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La tecnología evoluciona y con ella, la sociedad. Nos comunicamos online, compramos online, realizamos acciones de banca online, ¿por qué no votar online en las elecciones?

Esta es una cuestión que algunos estados han estado planteándose. Suiza, por ejemplo, pretende que dos tercios de los cantones adopten esta forma de votación antes de finalizar el 2019. Para ello, han iniciado pruebas en la ciudad de Zug, donde la ciudadanía ha podido votar sobre cuestiones del día a día a través de un formulario online. En Estados Unidos, las autoridades de Virginia Occidental han decidido que en las próximas elecciones los soldados que se encuentren de servicio en el extranjero podrán votar a través de un aplicativo móvil. En ambos casos, se ha optado por usar la tecnología blockchain. Es decir, los votos se registrarán en bloques que se unirán a una cadena de votos revisados por los denominados “nodos”.

Entre los argumentos a favor de las elecciones electrónicas, destacan la valoración del blockchain como la tecnología óptima para asegurar las garantías del voto (integridad e inmutabilidad del voto) así como la expectativa de que el abstencionismo electoral decrezca dadas las facilidades que proporcionaría a los votantes su implementación (p. ej. no tener que desplazarse al colegio electoral).

No obstante, esta iniciativa también ha levantado críticas por parte del sector de la ciberseguridad. Y es que hay expertos que no están de acuerdo con que el blockchain sea suficientemente seguro como para poder implementarlo en un área de tal relevancia. Concretamente, entienden que los dispositivos serían más sencillos de “hackear”, que no sería posible garantizar que el voto sea correctamente registrado y que, al faltar un registro analógico, podrían llegar a producirse cambios indetectables en el transcurso de la votación. Así lo mantuvo Matt Blaze, profesor de ciencias informáticas en la Universidad de Pennsylvania, en su comparecencia ante el Congreso de Estados Unidos, celebrada el 29 de noviembre del año pasado. En la misma, indicó que la integridad de unas elecciones dependerá en todo caso de la integridad de los sistemas informáticos que las soporten, sin que las tecnologías actuales (incluyendo la integración de sistemas de blockchain) permitan garantizar sin lugar a dudas la ausencia de incidentes o ataques que puedan llegar a poner en riesgo las mencionadas condiciones de integridad.

Las opiniones están divididas por lo que tendremos que esperar a noviembre para ver los resultados de la votación en ese Estado norteamericana y si, como consecuencia de su eventual éxito, más estados deciden adherirse a este método de votación.

Esther Ballesteros y Albert Agustinoy