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EE.UU. ha sido testigo, en los últimos meses, de dos asuntos judiciales, sobre “graffitti”, o arte callejero. En ambos asuntos, ha creado claro que los “graffitti” pueden ser obras de arte, y han de ser protegidos en caso de que lo sean.

USO DE “GRAFFITTI” EN PUBLICIDAD, SIN PERMISO DE SU AUTOR

H&M pretendía usar un “graffitti”, sin permiso de su autor

H&M, la famosa cadena de distribución de ropa, demandó en Marzo pasado a Jason “Revok” Williams, artista de “graffiti”. Pedía que el tribunal le permitiese usar la obra del artista, pintada en paredes de Nueva York, como fondo de imagen de su campaña sobre ropa deportiva de hombre, llamada “New Routine”, sin pagar royalties.

Meses antes, “Revok” había requerido a H&M, para que dejase de usar sus obras de arte callejero en la campaña publicitaria. Le reclamaba una indemnización, porque el uso de sus “graffiti” infringía sus derechos de Propiedad Intelectual sobre la obra y era Competencia Desleal.

Los “graffitti” ilegales … ¿Son propiedad Intelectual?

H&M contestó con la Demanda. Su argumento era que los “graffiti” eran ilegales. “Revok” los había pintado, sin permiso del propietario del edificio, que era la ciudad de Nueva York. Los actos ilícitos de “Revok”, incluyendo entrar en propiedades ajenas y dibujar en ellas, no daba ningún derecho legítimo al artista, sobre sus “graffitti”. H&M añadía que, si acaso, los dibujos eran propiedad de la ciudad de Nueva York, y ésta les había dado permiso para usarlos.

Finalmente, H&M ha anunciado que retiraba su Demanda. Sin embargo, el debate sobre la Propiedad Intelectual del arte callejero sigue abierta.

LOS “GRAFFITTI” COMO OBRA DE ARTE Y PROPIEDAD INTELECTUAL

5 Pointz. Los “graffitti” como obra de arte

Los graffitti han sido reconocidos como “obra de arte”, a los efectos de Copyright o Propiedad Intelectual, en la reciente Sentencia del “Caso 5 Pointz”, en EE.UU.

El edificio conocido como “5 Pointz” era una antigua fábrica abandonada en Nueva York. Su propietario aceptó que varios artistas callejeros pintaran “graffitti” en sus paredes exteriores. El local se acabó convirtiendo en un verdadero museo de arte callejero, que además se había pintado legalmente: con permiso del dueño.

Unos veinte años más tarde, el propietario decidió renovar el edificio y pintó los “graffitti” de blanco.

“Derecho moral” del autor a impedir la destrucción de su obra de arte

Los “graffitteros” acabaron presentando una Demanda. En EE.UU., el artista tiene “derecho moral de autor” sobre su obra y puede impedir su destrucción.

Existía un conflicto, pues, entre derechos morales de autor y derecho de propiedad sobre el inmueble.

La Sentencia 5 Pointz decide en favor de los artistas: sus obras no podían ser destruidas, sin su permiso. Es interesante, porque reconoce explícitamente que los “graffitti” pueden ser obras de arte, si tienen suficiente “altura creativa”, y ésta debe ser decidida por expertos.

Santiago Nadal