¿Sabes quién no puede hacer testamento?
Hacer testamento es un paso crucial para planificar tu futuro y garantizar que se respeten tus deseos y tu legado.
Con un testamento, puedes especificar quién recibirá tu patrimonio y otros bienes tras tu muerte, nombrar tutores para los hijos menores, y decidir cómo se gestionará tu funeral, entre otras cosas.
Es la única forma legal de garantizar que se cumplan tus deseos.
Hacer testamento es un paso importante para garantizar que tu legado sea recordado de la forma que deseabas.
De entrada he de decirte que en general toda persona puede otorgar testamento salvo que se lo prohíba la ley.
La ley contempla dos tipos de incapacidad para otorgar testamento:
Pues de todo esto es de lo que te voy a hablar hoy.
Empezaremos definiendo el testamento.
El testamento es un documento jurídico esencial que permite a una persona dirigir la distribución de sus bienes al fallecer.
Según el Código Civil, el testamento debe expresarse libremente y sin signos de violencia, fraude o engaño, o de lo contrario, se considerará nulo.
Crear un testamento es un acto muy personal e individual, y es importante asegurarse de que todos los deseos y voluntades se expresan con claridad.
Con un testamento válido, puedes estar seguro de que se cumplirán tus deseos sobre el destino de tus bienes tras tu muerte.
El testamento en la mayoría de los casos debe de hacerse ante notario.
Cuando acudas a un notario para hacer testamento, tendrás que llevar tu DNI y expresar tus deseos por escrito.
El notario redactará el testamento de acuerdo con tus deseos y reflejará claramente el lugar, la fecha y la hora en que se hizo.
En algunos casos, es imprescindible la presencia de testigos, en cuyo caso deberán estar presentes en la firma y aportar sus correspondientes documentos identificativos.
Te decía que el testamento en la mayoría de los casos debe hacerse ante notario a excepción del ológrafo, en el que el testador escribe por sí mismo su voluntad.
Una vez firmado y atestiguado el testamento, debe registrarse ante la autoridad correspondiente de la zona en la que se hizo el testamento. Esto es para garantizar la autenticidad del testamento y asegurarse de que se respetan tus deseos.
En principio no pueden hacer testamento todos aquellos que por ley tienen incapacidad para testar, ya sea esta absoluta o relativa.
Es necesario remitirse al artículo 663 del Código Civil para determinar quién tiene capacidad legal para otorgar un testamento válido.
En general cualquier persona con la libertad necesaria puede ser testador, excepto los menores de 14 años y los que no se encuentren en el estado mental adecuado, ya sea habitual o accidentalmente (por enajenación mental por ejemplo).
Si una persona sufre enajenación mental, los testamentos otorgados antes de esta enajenación son válidos y todos los testamentos posteriores son inválidos.
Además, si una persona incapaz otorga un testamento, éste será inválido.
En conclusión, es posible otorgar un testamento válido por cualquier persona con la libertad necesaria, excepto los menores de 14 años y las personas que no se encuentren en su correcto estado mental, ya sea habitual o accidentalmente (debido por ejemplo a una enajenación mental).
En conclusión, un testamento válido sólo puede otorgarlo una persona con la libertad necesaria, que tenga al menos 14 años y que se encuentre en el estado mental adecuado.
Si una persona no se encuentra en el estado mental adecuado, ya sea por enajenación mental o por otros motivos, cualquier testamento posterior otorgado por esa persona será inválido.
Por tanto, es esencial asegurarse de que la persona que otorga el testamento es capaz de comprender las implicaciones de sus actos, y la mejor forma de hacerlo es buscar asesoramiento jurídico antes de redactar el testamento.
