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Quien piense que el concepto de “matrimonio” es el mismo en todo el mundo, se equivoca. Pero más se equivoca el que crea que el divorcio sucede igual o parecido en todos los países.

En esta entrada hemos querido hacer un guiño al Derecho de Familia, presentándoos las leyes más estrafalarias sobre el divorcio que existen alrededor del planeta:

Por ejemplo, en Arabia Saudita, las mujeres pueden solicitar el divorcio legalmente alegando como causa que su marido no le prepara un café cada mañana.

En Hong Kong, de acuerdo con una antigua ley china, es legal que una mujer asesine a su marido con las manos (nunca con un arma), si descubre que la está engañando.

O en Samoa, donde es técnicamente legal para una mujer presentar una demanda de divorcio si su marido se olvida de su cumpleaños.

En Escocia, hasta hace no muchos años (1939, en concreto), si una mujer se lo proponía, podía “obligar” legalmente a un hombre a casarse con ella después de mantener relaciones.

¿Y qué opináis de la ley de Kansas (EEUU)? Allí, una mujer puede solicitar el divorcio si su marido y su madre tienen una mala relación.

En Kuwait, de acuerdo con una ley antigua, un hombre podía ir preso por mirar a otra mujer que no fuera su esposa. ¡Y no sólo eso! También podía terminar entre rejas por hacer lo mismo con una hembra de cualquier especie animal.

En Colorado (EEUU) también existe una curiosa ley parecida, y es que un hombre puede ser encarcelado por fruncir el ceño a su mujer un domingo.

Y en Carolina del Sur (EEUU), la promesa engañosa de matrimonio podría conllevar cargos penales. No ocurre exactamente lo mismo en España, pero nuestro Código Civil establece la obligación de resarcir a la otra parte de los gastos hechos y las obligaciones contraídas en consideración del matrimonio comprometido, si finalmente no se celebra la boda por causa no justificada.

En Australia, una ley tradicional aborigen establecía que si una mujer quería separarse de su marido podía simplemente casarse con otro hombre, lo que pondría automáticamente fin al primer matrimonio.

Y por último está la ley de Delaware (EEUU), que permite a los recién casados divorciarse alegando que la boda fue “simplemente” una broma o una apuesta.

¿Qué os han parecido estas disparatadas leyes? Da qué pensar por qué tuvieron que regularse situaciones como éstas.