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Alejandro Prim. Socio Lexben Advocats.

La presencia de empresas españolas en Latinoamérica no es una suposición, sino una realidad al alza. Este hecho lo ejemplifica claramente el sector de la banca española, que ha cuantificado su negocio en la región en más de 600.000 millones de euros. Las dos grandes entidades españolas que allí operan obtienen entre el 50% y el 68% de su beneficio en territorio latinoamericano. La bancarización de América Latina constituye una expectativa verdaderamente prometedora para el sistema financiero español, lastrado ahora por los ratings que sujetan con dureza el riesgo-país de España.

Se calcula que ya en el cercano año 2015, los países latinoamericanos constituirán el mercado preferente de sectores españoles muy cualificados: no solo la banca. También el sector energético (Repsol, Iberdrola, REE, Gas Natural-Fenosa), el constructor (ACS, FCC, Acciona) y el gestor de infraestructuras (Ferrovial, OHL, Abertis), además de la importantísima presencia de Telefónica en todo el espacio latinoamericano. Según datos recientes, el conjunto de las empresas del Ibex obtiene más del 22% de sus ventas en los mercados latinoamericanos y la tendencia, lejos de frenarse, es creciente.

Pero lejos de lo que se pudiera pensar desde el desconocimiento, no son solamente las grandes multinacionales españolas las que cuentan con presencia en Latinoamérica. En los últimos años se ha incrementado de forma espectacular la llegada de PYMES a los países de América Latina ya sea de forma individual o en ruedas de negocios y misiones comerciales organizadas por un sinfín de plataformas que aglutinan a gremios y organismos oficiales que prestan colaboración en el proceso de exportación (desde Cámaras de Comercio hasta oficinas gubernamentales como ACC1Ó en el caso catalán o ICEX en el global español).

Un gran número de dichas PYMES, tras la primera visita a la región, encuentran en ella salidas nuevas y muy rentables para proyectos, negocios o maquinaria que en España se hallan parados debido a las difíciles circunstancias actuales. Sectores como el de la ingeniería o la arquitectura que atraviesan grandes dificultades en la península, encuentran en los países latinoamericanos nuevas oportunidades y proyectos que requieren de su experiencia, conocimientos y, en muchos casos, propia maquinaria que no se puede encontrar todavía en la región.

Dichas firmas y empresas suelen optar por la constitución de una sociedad mercantil o bien la apertura de una sociedad de representación extranjera en alguno de los países en los que se les abren nuevas oportunidades. Con dichos vehículos societarios las empresas españolas pueden empezar a operar en el mercado del país escogido o, incluso, a licitar en obra pública, sin mayores problemas.

Muchas de la naciones americanas a que nos referimos, conscientes de esta llegada de inversión extranjera, han optado por habilitar nuevas formas societarias que faciliten el establecimiento ya no sólo de las grandes empresas que pueden involucrarse en costosos procesos de implantación, sino también de pequeñas y medianas empresas que requieren un tipo societario de sencilla y rápida constitución, flexible y ágil para el día a día.

·         El caso colombiano

Con las condiciones de seguridad actuales, Colombia ha entrado de lleno a competir con otros países emergentes del mundo para atraer inversores extranjeros. Hoy en día, para establecerse en un país, el inversor ante todo busca incentivos tributarios, seguridad jurídica, trámites simples, mano de obra cualificada e infraestructuras adecuadas. Colombia ha hecho un esfuerzo importante por mejorar todos estos aspectos, siendo el de las infraestructuras el que queda más pendiente de desarrollar.

Así, profundizando en el caso de Colombia, país en el que la llegada de PYMES españolas y sobre todo catalanas (recientemente la Generalitat de Catalunya ha abierto su oficina comercial con gran éxito) está teniendo un incremento muy importante, podemos comprobar cómo las empresas extranjeras han dejado de optar por opciones más tradicionales de sociedades mercantiles - como podría ser la limitada - para centrarse en sucursales extranjeras pero, sobre todo, en la novedosa Sociedad por Acciones Simplificada. Su flexibilidad y rapidez hace que en poco más de dos semanas una empresa española llegada al país pueda estar operando en el mercado colombiano con total normalidad y con una inversión inicial de capital muy baja.

A dicha facilidad en la creación de vehículos societarios -prácticamente a medida- para empresas de todas características se suman otras novedosas iniciativas como los regímenes de Zonas Francas que ahorran aranceles e impuestos en la circulación de mercancías por la región andina o los beneficios que algunos países de la zona  (Colombia muy activamente en los últimos tiempos) están obteniendo con la firma de Tratados de Libre Comercio con países tan importantes como Estados Unidos, Corea del Sur o la propia Unión Europea.

A todo lo anterior hay que añadir la existencia, desde el año 2006, de un Convenio suscrito entre España y Colombia para evitar la doble tributación, hecho que hace aún más atractiva la inversión en Colombia para empresas españolas.

·         Comercio exterior

Teniendo en cuenta lo anterior, si bien no se puede decir que el comercio exterior vaya a desplazar a las áreas de práctica tradicionales del Derecho, lo que sí es cierto es que, bajo las condiciones actuales del mercado, el asesoramiento en comercio exterior se ha convertido en complemento esencial de la práctica jurídica tradicional. Las firmas de abogados, para atender completamente los requerimientos de sus clientes, deben contar hoy en día con abogados expertos en temas cambiarios, de zonas francas, aduaneros, importaciones, exportaciones, etc.

Consciente de lo anterior, para el acompañamiento de estas empresas en su llegada a nuevas fronteras y apertura de nuevos negocios, LEXBEN Advocats cuenta con la experiencia de profesionales especializados en comercio exterior, así como con diferentes alianzas con despachos locales que pueden brindar un servicio de asesoramiento integral y acompañamiento a la empresa tanto en su instalación en algún país latinoamericano como en el asesoramiento en asuntos cambiarios, importaciones-exportaciones, derecho aduanero, zonas francas, aspectos tributarios y laborales, etc.

El presente artículo se ha elaborado por Alejandro Prim, abogado de LEXBEN Advocats, juntamente con la colaboración del despacho colombiano Correa Salazar, asesores jurídicos y de comercio exterior, con sede en Bogotá.