Podemos caer en la tentación de adentrarnos en un proceso de divorcio sin el asesoramiento de un profesional. Las personas que deciden hacerlo así forman parte de un nutrido grupo de clientes de los despachos de abogados. Son clientes que no fueron asesorados por ejemplo al firmar su convenio regulador de divorcio. Llegados a ese punto la situación se ha tornado en conflictiva, más conflictiva de lo que de por si suelen ser. Son escenarios desagradables que con un asesoramiento profesional se hubiesen evitado. El convenio regulador debería ser una base sólida sobre la que asentar la futura relación de los ex-cónyuges. Esa relación necesaria en el caso de que se tengan hijos dentro de la pareja. Volvamos a recordar que ser padres es un acto de amor, y que a pesar de nuestra crisis y ruptura de pareja, ellos son lo realmente importante. Antes de un divorcio busque asesoramiento.
Sí existen convenios reguladores que se atragantan. A veces a una de las partes, pero no raramente a las dos. Con el daño añadido de los hijos que se encuentran incluidos en ese craso error. En su mayoría son convenios reguladores que han sido firmados sin el debido asesoramiento. Una o ambas partes no han tenido toda la información del alcance de lo firmado. Nadie les ha hecho ver la futura realidad de poner en marcha lo allí acordado.
Es cierto que en ocasiones la misma deriva que toman las vidas de los ex-cónyuges obliga a pedir la modificación de medidas. Pero cuando sin existir esas circunstancias nuevas se precisa de la modificación de medidas, nos tenemos que remitir a una falta de asesoramiento profesional. ¿Cómo podemos llegar a esta situación? De muchas formas, algunas pueden chirriar a quien esto lea, pero en nuestra experiencia profesional hemos visto muchos casos, y algunos se escapan a nuestra imaginación. Antes de un divorcio busque asesoramiento.
Cuando buscamos ayuda para afrontar nuestro divorcio en Internet se pueden dar varios escenarios. Uno que a nosotros nos afecta es que se llegue a un despacho de abogados expertos en cuestiones de familia. En ese caso pediréis cita previa y nosotros os asesoraremos sobre lo mejor que podéis hacer. Lo mismo no habéis llegado a nuestro despacho y sí al de algún colega de profesión, da igual, hay grandes profesionales que nos publicitamos en las redes. No os vamos a engañar este sería el mejor escenario de la búsqueda en Internet. Pero los hay no tan benignos.
Encontramos documentos tipo de convenios reguladores en nuestras búsquedas. Y sucumbimos a la tentación de ahorrarnos la redacción del mismo por un profesional. Luego le pedimos a un conocido que es abogado que lo presente en una demanda de divorcio de mutuo acuerdo. Pensamos ilusamente que esto va a ahorrarnos dinero y disgustos. Qué podría salir mal, hemos redactado el convenio entre los dos y un profesional lo presenta sin mirarlo… Esto sería como darnos un diagnóstico nosotros mismos, decidir el tratamiento y encargar a un médico que lo pusiera en práctica sin estudiar el caso, ¿os lo imagináis? En serio, ¿lo haríais?
Cada caso es un mundo, las palabras redactadas en tu convenio regulador ni tienen, ni deberían de valer para el de tu cuñado. Esta es una realidad que a ojos no profesionales se nos escapa. Una formula desapercibida en ese convenio regulador puede arruinarnos la vida. Hay situaciones futuras que las parejas que rompen no son capaces de prever. Los abogados de familia por nuestra dilatada experiencia nos adelantamos a esas cuestiones, y las plasmamos en los convenios reguladores. Antes de un divorcio busque asesoramiento.
Los abogados de familia somos profesionales, en la inmensa mayoría de los casos, pero no por ello dejamos de ser humanos. Así que fuera careras, de verdad se puede creer que una persona de confianza, conocida de la otra parte va a velar del mismo modos por los intereses de ambos. Pues no os vamos a engañar, es más que posible que pueda ser así. Dependerá en gran medida de la profesionalidad del abogado. Y ya os hemos dicho que la mayoría son grandes profesionales, así que puedes tener la suerte de que tu caso sea uno de los que funcione. Pero una cosa os decimos, es complicado que tú siendo la otra parte tengas claro que exista esa imparcialidad. En casos como éstos es complicado que le des el beneplácito de tu confianza. Y si una de las partes no está cómoda, ya podéis tener al mejor abogado que esto no va a salir bien.
Sinceramente lo mejor ante un divorcio es acudir a un abogado de familia neutral. Un profesional elegido por ambos y que os de confianza. Lo ideal no es siempre lo que más nos conviene o lo que elegimos. Así que si sigues adelante con el conocido y persona de confianza de tu pareja, puedes optar por que un tercero revise el convenio regulador que salga de esa aventura. Esa revisión puede generar la confianza necesaria para que se difuminen tus dudas, o reafirmarlas como certezas. Antes de un divorcio busque asesoramiento.
