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Los arbitrajes de inversión son procedimientos para resolver disputas entre inversores extranjeros y estados en los que han realizado sus inversiones. En algunas ocasiones, la intervención del Estado en cuestión puede generar algún tipo de controversia para cuya resolución, generalmente, es necesario el inicio de un procedimiento legal (arbitraje de inversión) para que un tribunal decida si las actuaciones de dicho Estado han provocado o no un perjuicio económico para estos inversores.

En el contexto de estos procedimientos, se precisa la intervención de expertos en materia económica a la hora de cuantificar el eventual perjuicio ocasionado a los inversores. Para ello, estos expertos, entre otras cuestiones, deben valorar las inversiones que sean objeto del arbitraje, ya sea un activo concreto, un negocio o un proyecto generador de flujos de caja.

Los tres métodos de valoración generalmente utilizados en los arbitrajes de inversión, son:

  • Income-based approach: métodos basados en el Descuento de Flujos de Caja (DCF);
  • Asset-based approach: métodos basados en el coste de los activos (dentro de esta metodología, el más utilizado es el coste de la inversión realizada); y
  • Market-based approach: métodos basados en transacciones comparables de mercado.

Income-based approach

Esta metodología se basa en estimar los flujos de caja libre futuros de la compañía o proyecto que se esté valorando y descontarlos a una tasa de descuento adecuada a la fecha de valoración.

La dificultad que entraña es estimar unas proyecciones fiables y una tasa de descuento que refleje de manera adecuada (i) los riesgos asociados a la consecución de dichos flujos de caja; y (ii) la pérdida de valor del dinero en el tiempo. Asimismo, para la estimación de los flujos de caja futuros han de plantearse numerosas hipótesis que, en ocasiones, pueden ser subjetivas y que se establecen según el propio criterio del experto que esté realizando la valoración. Esta subjetividad y el grado de incertidumbre se incrementan a medida que se amplía el horizonte temporal a proyectar. Por este motivo, generalmente, las valoraciones presentadas por los expertos de cada parte interviniente en el procedimiento suelen diferir de manera relevante.

La ventaja que presenta esta metodología es su flexibilidad a la hora de poder variar las hipótesis empleadas y presentar valoraciones bajo diferentes escenarios y contextos.

Esta metodología puede ser especialmente útil a la hora de cuantificar daños en los casos en los que el propio tribunal arbitral establece las principales hipótesis a tener en cuenta en la valoración y, los expertos de ambas partes, conjuntamente, elaboran un modelo financiero que refleja los valores bajos los criterios y premisas indicadas por el tribunal.

Asset-based approach

Metodología que tiene en cuenta el valor de cada uno de los activos del negocio o proyecto para su la valoración global. Dentro de las diferentes modalidades de esta metodología, la más utilizada dentro de los arbitrajes de inversión es el valor en base a los costes de la inversión realizada (Actual Investment-based approach). Esta metodología puede ser atractiva para los tribunales debido a que elimina la incertidumbre inherente que rodea la estimación de flujos de caja futuros.

De hecho, existen numerosos ejemplos de arbitrajes en los que los tribunales se han decantado por estimar los daños en base a las cantidades realmente invertidas por los inversores, especialmente, cuando la evidencia o fiabilidad de las proyecciones presentadas son insuficientes o especulativas, por ejemplo, los casos en los que los proyectos aún no se hubieran iniciado o que fueran proyectos relativamente nuevos.

Market-based approach

Esta metodología establece el valor de un activo mediante la comparación con activos similares transaccionados en un mercado competitivo o con el valor de empresas cotizadas que sean comparables.

Es útil cuando existe un gran número de transacciones realizadas que sirvan de comparación. Obviamente, en contextos de ausencia de transacciones o de comparabilidad de los activos transaccionados, esta metodología perderá su utilidad.

Generalmente, esta comparación se realiza a través de múltiplos sobre ciertas magnitudes financieras, por ejemplo, EBITDA, ingresos, etc.

Algunos parámetros relevantes a la hora de determinar la comparabilidad de las transacciones o empresas utilizadas son las siguientes:

  • Que los negocios sean comparables desde un punto de vista cualitativo y cuantitativo.
  • Que exista suficiente información contrastable del negocio comparado.
  • Que la transacción en cuestión se haya realizado en condiciones de mercado.

Una de las principales desventajas que podría presentar esta metodología es la subjetividad a la hora de elegir las transacciones o empresas comparables, lo que puede desembocar en resultados distintos en función del criterio de cada experto.

Práctica de los tribunales

Históricamente, los tribunales se han decantado por una u otra metodología dependiendo de las características concretas de cada arbitraje de inversión.

En cualquier caso, desde nuestro punto de vista, es necesario contrastar la metodología principal que se utilice para la valoración de daños con la aplicación de otra u otras metodologías, con objeto de dotar de razonabilidad a los resultados obtenidos.


Manuel Alejandro Vargas