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Los tratos preliminares de una adquisición de una empresa es una fase capital, en la que se estudiará y valorará la compañía y se negociarán los términos y condiciones de la operación.

En la práctica está generalizado un procedimiento más o menos estándar que podrá variar según la complejidad de la transacción y los operadores que participarán en ella. Por ejemplo, la fase previa de una operación no será igual si estamos en un proceso de subasta donde existan varios interesados en la compra de la compañía o si directamente se estamos negociando con el vendedor.

Documentos preliminares en la fase previa de la adquisición de una empresa

Una vez que las partes han esbozado la operación y acordado los principios básicos, siempre recomendamos firmar un documento donde se perfilen los aspectos clave de la transacción, como pueden ser:

  1. la estructura de la transacción (si se adquieren activos o acciones),
  2. las eventuales condiciones suspensivas
  3. si el comprador requerirá financiación de un tercero,
  4. la forma en que se valorará la compañía,
  5. si el precio se ajustará,
  6. si existirá un precio adicional o earn out,
  7. el alcance de las declaraciones y garantías; o
  8. si parte del precio se depositará en una cuenta escrow.

De esta forma, se ayudará a trazar la hoja de ruta de la operación, se fijarán las líneas rojas que las partes no quieran traspasar y se delimitará el marco de las negociaciones del futuro contrato de compraventa.

También es conveniente que las Partes suscriban un acuerdo de confidencialidad, para que el Comprador pueda acceder a la información de la compañía y, así, pueda realizar la Due Diligence.

Asimismo, y si no estamos en un proceso de subasta, es habitual incluir en estos documentos un pacto de exclusividad, en virtud del cual el vendedor se compromete a no negociar la venta de la compañía con ningún tercero durante un período determinado. Normalmente, este periodo coincidirá con el tiempo en el que el Comprador llevará a cabo la Due Diligence.

Para recoger todos estos aspectos, existen diferentes tipos de documentos, los más comunes son:

  1. la carta de intenciones,
  2. el TS
  3. MoU
  4. HoT

La elección del tipo de documento dependerá de muchas cosas, pero principalmente del tipo de operación, el estadio en el que se encuentren las negociaciones y, por supuesto, lo que las partes quieran recoger y firmar en ese momento.

Las Partes serán quienes determinen la fuerza vinculante del documento y las consecuencias de su incumplimiento. Es frecuente que estos documentos no sean vinculantes, salvo por las cláusulas de confidencialidad y de exclusividad.

Due Diligence en la fase previa de la adquisición de una empresa

El siguiente paso sería llevar a cabo la Due Diligence de la Sociedad al objeto de analizar y revisar de forma rigurosa la situación financiera, comercial, legal, laboral y fiscal. Así, se podrán detectar aquellas cuestiones o contingencias en las que se deba prestar especial atención, así como los riesgos que entrañará para el comprador la operación.

La Due Diligence la podrán realizar directamente los asesores del Comprador o que sea el propio Vendedor quien se la proporcione al Comprador, lo que se denomina la Vendor Due Diligence. Este último caso es más habitual en procesos de subastas y siempre recomendamos al comprador llevar a cabo una confirmatory due diligence para verificar aquellos aspectos más relevantes de la compañía.

Por último, se preparará y negociará el contrato de compraventa, sobre la base de los documentos previos firmados por las Partes y las contingencias detectadas en la Due Diligence.

Conclusión

Como se puede observar, en un proceso de compraventa de empresas que ya de por si es muy complejo, la fase preliminar es de vital importancia para detectar y analizar los pros y contras de la operación que se pretende acometer, así como tratar de encontrar el punto intermedio en el que las partes se sientan confortables.

Guillermo Bueno
Asociado en Araoz & Rueda

Fuente: Araoz & Rueda

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