Togas.biz

Ajustes al EBITDA

Al evaluar cómo valorar un negocio para un acuerdo de venta, compradores y vendedores normalmente centran su análisis y valoración de la empresa en el EBITDA de los últimos años y las proyecciones esperadas en el futuro. Para tener una fotografía lo más realista a la actividad de la empresa, las partes se centrarán en el análisis y negociación del EBITDA ajustado como métrica principal.

Como ya sabemos, el EBITDA analiza la rentabilidad del negocio de sus operaciones principales antes del impacto de la estructura de capital, y se tienen en cuenta los elementos no monetarios como la amortización. El objetivo de trabajar sobre el EBITDA ajustado es eliminar todas aquellas partidas de gastos o ingresos que no están relacionadas con las operaciones en curso del día a día de una empresa.

A continuación, describimos algunos de los ajustes que suelen centrar más atención y también más discusiones por parte de las partes, especialmente en el entorno de empresas familiares y pymes:

1Salarios y compensaciones de los directivos/propiedad

Si se considera que el salario del propietario está por encima o por debajo de los niveles de la media de mercado, lo habitual es que este se elimine y se aplique en la cuenta de explotación un salario adecuado a la realidad de empresa y sector. En empresas familiares, también se pueden ver salarios de los cónyuges o miembros de la familia que no estén activos en el negocio. Estos salarios se deberían preferiblemente evitar y sino sumar al EBITDA en el momento de la venta.

Si el comprador necesita contratar nuevos ejecutivos para completar el equipo, es probable que haya un ajuste negativo en el EBITDA para el salario y otros elementos relacionados con dicha contratación.

2 Gastos relacionados con la propiedad

Si la propiedad tiene gastos personales o comerciales que no tienen relación y/o no continuarán después de la venta, estos también serían susceptibles de agregar al EBITDA. Los ejemplos incluyen vehículos personales, seguros, viajes, gastos familiares, etc.… Estos elementos pueden estar en la cuenta de explotación simplemente como una estrategia de mitigación de impuestos.

3 Reparaciones y mantenimiento

Esta suele ser la categoría que más hay que afinar. A menudo los dueños de negocios privados registran las inversiones de activos fijos como reparaciones y mantenimiento a fin de minimizar el pago de impuestos, aunque esta práctica reduce el pago de impuestos anual podría resultar en una valoración menor de la compañía en venta debido a un EBITDA histórico menor. Se requiere pues, una revisión minuciosa para agregar o quitar del EBITDA cualquier inversión en capital registrada como gasto.

4 Costos de puesta en marcha

Si una nueva línea de negocios se ha puesto en marcha durante el período en el que se analizan los resultados históricos, los costes iniciales asociados deben sumarse de nuevo a EBITDA. Esto se debe a que esos costes son irrecuperables y no se incurrirá de nuevo en ellos en el futuro. Este aspecto siempre es discutible y suele generar discrepancias entre vendedor y comprador.

5 Gastos de alquiler

Si las instalaciones dónde se desarrolla la actividad de la empresa son propiedad de la sociedad que se pretende vender, se deberá analizar en primer lugar si el comprador las quiere adquirir y, en segundo lugar, si este coste se refleja en la cuenta de explotación.

En el caso que el comprador no quiera adquirir las instalaciones, estas se deberán escindir de la sociedad y, así mismo, se deberá reducir el EBITDA por un alquiler medio del sector. También se deberán deducir cualquier gasto relacionado con el inmueble (seguros, mantenimientos, etc.…).

6 Litigios, arbitrajes, recuperaciones de reclamos y disputas

Cualquier ingreso o gasto extraordinario que pueda haber ocurrido durante el periodo de revisión, deben ser deducidos o agregados al EBITDA para normalizarlo (reclamaciones a seguros, gastos o salarios profesionales por una litigio, etc.…).

Estos son los aspectos que solemos detectar con más frecuencia, pero dependiendo de la actividad de la empresa y sus idiosincrasias, pueden ser otros. Así pues, desde AddVANTE, sugerimos a todas aquellas empresas que estén analizando entrar en un proceso de venta que hagamos un estudio minucioso de sus cuentas de explotación para detectar todos aquellos conceptos que pueden ajustar el EBITDA y así determinar el valor y precio más justo de su empresa.

Lluís Lluch