Mucho se ha hablado sobre la capacidad que tienen las plataformas y las redes sociales de limitar el ejercicio de las libertades de expresión e información de sus usuarios, planteando retos desde múltiples prismas incluyendo el legal así como incluso el financiero.
El evento más reciente que ha vuelto a poner dicha cuestión sobre la mesa es lo sucedido durante estas últimas semanas en los mercados financieros, cuando las acciones de empresas como GameStop, ACM y BlackBerry (entre otras) han sufrido un incremento drástico de su valor. Dicho aumento fue provocado por la acción coordinada de un grupo de personas organizadas a través del foro de Reddit llamado WallStreetBets.
El referido grupo, compuesto inicialmente por tan solo unas 100.000 personas, ha llegado a tener más de 6 Millones de usuarios, que se organizaron a través de dicha plataforma para invertir durante un periodo reducido de tiempo y en pequeñas cantidades en empresas aparentemente alejadas de las mejores valoraciones, creando así un flujo más grande de inversiones que acabaron perjudicando a los grandes fondos bajistas de Wall Street.
Tras haber causado unas pérdidas millonarias al mercado, las plataformas de intermediación financiera que permitían la inversión en estos activos (como Robinhood o Interactive) cerraron temporalmente sus servicios para pequeños inversores en la compra de activos de las compañías afectadas por este boom. Dado que solo prohibieron la compra de nuevos activos a pequeños inversores mientras se seguía permitiendo a los grandes fondos operar con normalidad, se plantean las siguientes preguntas: ¿hasta qué punto tienen estas plataformas la potestad de decidir quién puede operar en sus servicios – y por ende, en los mercados-?, o ¿hasta qué punto las plataformas tienen el poder de limitar las libertades de expresión e información de sus usuarios?
El debate sobre si estamos ante un supuesto de manipulación de mercado por un actor desconocido hasta el momento (grupos organizados de micro-inversores) no ha quedado exento de artículos de opinión en estos últimos días. Gabriel Rauteberg, profesor de la University of Michigan Law School, ha subrayado la dificultad de probar que este tipo de movimientos coordinados constituye una manipulación de mercado, considerando que en tal caso debería demostrarse que ha habido claras indicaciones o informaciones falsas proporcionadas por WallStreetBets que deben haber sido determinantes para que los inversores les hagan caso.
Sin embargo, en caso de que este supuesto se hubiese producido en España, la CNMV ya se ha pronunciado al respecto reiterando que dichos actos constituirían una manipulación de mercado, siendo por ello un acto sancionable tanto por el Artículo 302 de la Ley de Mercado de Valores (por la vía administrativa) como por el Artículo 284 del Código Penal (por la vía penal).
Más allá de las cuestiones estrictamente vinculadas al ámbito regulatorio financiero, volviendo al debate de la responsabilidad que puede derivarse para las plataformas mediante las cuales se organizan estos movimientos, así como cuál debe ser su poder o deber de reacción, entendemos que, en caso de ser de aplicación la normativa española y comunitaria, deberían tenerse en cuenta básicamente las siguientes cuestiones legales:
Mónica Ferrer Asociada
Octavi Oliu Prácticas