Es conocida por la mayoría de médicos que nos dedicamos a la medicina pericial la existencia de notables lagunas en el Baremo de Secuelas. Es más, se repiten sin corrección alguna en las sucesivas ediciones.
Esperaba con esperanza que el Baremo 2016 superara la ausencia de la secuela por dolor de “miembro fantasma” que sufren la mayoría de los amputados sin que ello tenga relación con el nivel o gravedad de la misma. De nuevo, ha sido una esperanza frustrada.
El recurso que solemos emplear los peritos es el de baremar por asimilación o semejanza. A pesar de que la fisiopatología no coincide en modo alguno la solución que he ido encontrando en diversos casos por mi peritados es la asimilación a la distrofia simpático-refleja. Esta entidad clínica se caracteriza también por dolor distal a la zona lesionada y es lo más parecido que se puede hallar en el Baremo actual.
Lógicamente, esta solución plantea problemas en el momento de la declaración del perito en sede judicial. Es decir, algunos jueces lo entienden y aceptan y otros lo rechazan de plano en el mismo momento.
Quiero aprovechar este foro de difusión y discusión para hacer un llamamiento a los expertos médico que colaboran y asesoran en la elaboración de los Baremos para que consideren el tema aquí expuesto.
