Como es ampliamente conocido y aceptado en el ámbito concursal, el concurso de acreedores es el procedimiento judicial que tiene lugar cuando una empresa se ve imposibilitada para hacer frente a los pagos pendientes, es decir, cuando no puede pagar sus deudas.
El objetivo del concurso de acreedores es organizar las finanzas del concursado para conseguir que el mayor número de acreedores cobren la máxima cantidad de dinero posible y que la empresa y los administradores queden protegidos.
La casuística que no se explicita normalmente es que el concurso de acreedores tiene que ser aceptado por un juez concursal antes de poder disfrutar del amparo legal que lleva aparejada esta figura legal. Dicho de otra forma, primero se tiene que presentar una solicitud de concurso en los tribunales que tiene que ser aprobada por un juez. En caso contrario, una empresa puede quedar inhabilitada para presentarse a un concurso de acreedores y eso conlleva que los administradores tengan que responder o hacer frente a las deudas con su patrimonio personal.
A continuación pasamos a detallar todos los requisitos indispensables que hay que tener en cuenta antes de presentar una solicitud de concurso de acreedores.
Requisitos para el éxito de una solicitud de concurso de acreedores
El primer requisito y uno de los más importantes, es que si se empiezan a tener problemas de tesorería en una empresa, sería conveniente no esperar demasiado tiempo para presentar la solicitud de concurso de acreedores. Esto es debido a que si se cumplen más de tres meses del impago de impuestos, por ejemplo a la Seguridad Social o Hacienda, el concurso va a ser rechazado automáticamente por el juez.
Otro requisito indispensable es que hay que preparar la solicitud de concurso con antelación ya que es necesario presentar una gran cantidad de documentos que deben estar perfectamente estructurados y ordenados. Si la solicitud se presenta con prisas, el juez podría no admitir la petición de entrar en el concurso con el perjuicio que esto causaría al solicitante.
Conviene hacer equipo entre el concursado, el gestor y el abogado concursalista con el fin de preparar lo mejor posible la solicitud y que esta esté completa e incluya toda la documentación relevante para su aprobación.
Así pues, el tiempo es uno de los factores determinantes del éxito de un concurso de acreedores. Por ello, hay que empezar a prepararlo con antelación, para prever posibles dificultades y actuar antes de que se den casuísticas insalvables. Cuanto más se prepara una solicitud de concurso más probabilidades hay de que se resuelva con éxito.
Como conclusión final, se recomienda que si una empresa empieza a tener retrasos o impagos de impuestos o salarios convendría consultar cuanto antes un abogado concursalista para que analice la situación y tenga margen de maniobra en caso de una eventual solicitud de concurso de acreedores.
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