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Se acerca la Navidad, época de celebración, reuniones familiares, eventos sociales y laborales, excesos gastronómicos (sigh) y… de una forma especialmente relevante, de desenfreno en compras. Para bien de muchos y mal de algunos pocos a los que les crispan estas situaciones, la gente se lanza a las calles en busca de los regalos que mejor se adapten a sus destinatarios (sean más o menos queridos, pero que no nos oigan) y si además es posible dar con una ganga, por la que evidentemente lucharemos con uñas y dientes, ¡bienvenida sea!

Pero lo cierto es que en estas señaladas fechas llega en muchos casos el indeseable estrés inherente a la aglomeración de gente y a intentar salir airosos de todos estos compromisos. Aparece en esta situación una alternativa que cada vez atrae a más consumidores: recurrir a las compras por internet, donde con cierta pericia, con buenas dosis de paciencia y siempre tomando las debidas precauciones, es posible triunfar en lo que para muchos es un auténtico desafío navideño al más puro estilo de las doce pruebas de Astérix.

En cuanto a las precauciones a adoptar, existen una serie de recomendaciones básicas que pueden evitar que el proceso de compra por internet se convierta en una auténtica pesadilla y que venimos a desarrollar a continuación.

  1. Así, en primer lugar, es fundamental escoger desde qué “terminal” y a través de qué red vamos a proceder con la compra, siendo lo más prudente evitar, por un lado, utilizar ordenadores públicos y, por otro, conectarse a redes WIFI ajenas, por cuanto podría suponer una brecha importante en la seguridad de nuestras cuentas.
  2. En segundo lugar conviene asegurarse de que la página web dónde vamos a adquirir el producto cuente con una serie de garantías; a saber:
  3. ¿Dónde estamos? Que la dirección de la página hay una ‘s’ (https//www…) o que tiene un candado o una llave al pie de la web, certificados de calidad, etc.;
  4. De quién es la web: Que el responsable de la web aparece claramente identificado con todos sus datos (denominación social completa, dirección postal, teléfonos de contacto, email, etc.) y que establezca de forma clara y sencilla cuáles son las condiciones de pago, el sistema de entrega y de devolución.
    • En este sentido, convendrá desconfiar de páginas donde no aparezcan estos datos o en los que únicamente se facilite un móvil de contacto, donde se puedan ver errores ortográficos o gramaticales, direcciones evidentemente falsas o de apariencia extraña.
    • Otro síntoma de alerta son aquellas páginas que ofrecen precios que a simple vista se antojan demasiado bajos, puesto que nos arriesgamos a recibir una colonia CALVIR KLEIR y tener que invertir mucho dinero en un dermatólogo… La alternativa más saludable, aunque igualmente frustrante, pasa porque las autoridades aduaneras detecten la importación del producto falsificado y ni siquiera llegues a “disfrutar” del producto.
    • Que se trate de una empresa relevante o de la que tengamos alguna buena referencia siempre es beneficioso. A pesar de que comprar productos en websites que no conocemos no tiene por qué suponer ningún problema lo cierto es que debemos ser precavidos. En este aspecto Google puede ser de gran utilidad de cara a destapar estafas o descubrir páginas web donde el volumen de falsificaciones comercializadas es altísimo, como podría ser el portal de Alibaba.
  5. Forma de pago: Una vez escogida la página web donde adquiriremos el producto en cuestión y estando de acuerdo en las condiciones de pago, entrega y devolución, es necesario ser cauto con la forma de pago. En este sentido es recomendable usar una única tarjeta para compras en internet sobre la que podamos controlar los cargos efectuados con asiduidad y fácilmente. Igualmente útil resulta contar con un sistema de alertas en el móvil a través de la cual tu banco te avise de cualquier pago efectuado en internet con la misma o, mejor aún, que te solicite algún tipo de contraseña para cerrar las operaciones.Otra buena alternativa sería recurrir a la plataforma PAYPAL, sistema de pago rápido y eficaz que te permite recuperar el dinero abonado si no recibes el producto o si decides devolverlo.
  6. Datos personales: Por otra parte, a la hora de facilitar nuestros datos y dar permisos es importante leer la política de privacidad del sitio web y no dar más información de la estrictamente necesaria para la transacción. Es habitual también que se incluyan suscripciones a newsletters y boletines del titular de la página o empresas con las que está vinculado, por lo que si no quiere encontrarse con la carpeta de spam llena es importante valorar si estamos interesados en dar esos permisos con carácter previo.
  7. Recopilando pruebas: Es igualmente recomendable guardar toda la información correspondiente a la compra (datos de la web y de contacto, pantallazos de la compra, referencias de pago, códigos y e-mails de confirmación, etc.) para poder acreditar con posterioridad la operación y poder presentar cualquier reclamación.
  8. Otra cuestión a la que se debe prestar especial atención es a la recepción de correos electrónicos de remitentes aparentemente fiables o relacionados con nuestra compra pero con falsos mensajes en los que nos piden algún dato, nos atribuyen algún premio o nos piden algún pago adicional por el envío y entrega de nuestro pedido. En muchos casos son estafas bien trabadas, copiando logos e imitando comunicaciones oficiales de los verdaderos remitentes por lo que ante la menor duda lo mejor es llamar al teléfono de atención al cliente del vendedor (de ahí por ejemplo la importancia de tenerlo de antemano, sin perjuicio de ser importante para posibles reclamaciones o devoluciones).
  9. Recibido!: Una vez recibido el pedido, sólo nos queda confirmar que es lo que esperábamos, que está en condiciones óptimas (con todas las piezas y recambios, precintado en su caso, etc.), que lo acompaña toda la documentación necesaria (factura, garantía, instrucciones, etc.) y claro, cruzar los dedos para que sea todo un acierto y podamos disfrutar de una noche inolvidable.

Así que feliz e-shopping, felices fiestas y SUERTE, que a la vuelta de la esquina tenemos las rebajas… Pero eso es otra historia, POR TUTATIS.

Marta Gimeno

  • Por H&A
  • 17/12/2015