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Nuevos tiempos, nuevas formas de ratificar contratos y documentos. Van surgiendo continuamente fórmulas y es imprescindible distinguirlas. Nos detenemos en las diferencias entre una firma biométrica y una firma digital, son dos soluciones con mucho futuro. Los equipos de peritos calígrafos nos preparamos cada día para afrontar estos retos.

En esto de las formas de convalidar o formalizar la autoría de un acto documental, el asunto más crucial es determinar su nivel de seguridad. La firma biométrica, aunque seguramente te parece lo contrario, está en el escalafón más básico. Por el contrario, las firmas digitales son las que ofrecen máximas garantías de autentificación.

¿Qué es una firma biométrica?

Bajo esta denominación tan técnica se esconde un gesto que seguro haces o ves hacer más de una vez al día. Si recibes un paquete o vas a hacer una compra a un establecimiento, es muy habitual que te presenten un dispositivo electrónico en cuya pantalla debes estampar tu firma. También es un sistema muy ligado al ámbito financiero.

Casi todo el mundo cree que eso es una firma digital. Pero no, eso es la firma biométrica. En todo caso, podría confundirse con la firma electrónica simple, aunque no es correcto, no son lo mismo. La autoría de una firma biométrica implica la comparación de una serie de datos que se almacenan en un software específico. Se trata de gestos relacionados con la presión, el tipo de trazos o la velocidad de escritura, entre otros. Mientras, la firma simple se limita al escaneado, solo tiene en cuenta el aspecto gráfico.

Validez legal y seguridad, los dos aspectos que marcan las diferencias

Es evidente que la firma biométrica es más segura que la firma electrónica simple. Sin embargo, se queda algo lejos de la fiabilidad de las firmas digitales. Este tercer grupo se refiere a las firmas que exigen la certificación de su autenticidad por parte de un ente un organismo acreditado. Se basan en un sistema de criptografía de clave pública.

Es fácil establecer un escalafón de seguridad comparando la firma biométrica y las otras dos modalidades. En un extremo estaría la firma electrónico simple, que sería la más fácil de falsificar. La firma biométrica estaría en el peldaño intermedio y, sin duda, la digital es la más segura con diferencia. Precisamente, esta garantía de fiabilidad para determinar su autoría es la que influye para conceder o no reconocimiento legal a estas nuevas modalidades de firmas. La digital cuenta con validez absoluta ante los tribunales, en equivalencia absoluta con las firmas manuscritas de toda la vida. También ocurre lo mismo con la firma biométrica. De hecho, se considera que permite el mismo cotejo y estudio por parte de los peritos calígrafos para llegar a una conclusión sobre su autoría. Finalmente, la firma electrónica simple carece de esa validez legal.

Si tienes que confirmar la autoría de cualquier documento, recuerda que es esencial recurrir a los especialistas. Temas como el de las diferencias entre una firma biométrica y una firma digital sirven de ejemplo para comprobar nuestra profesionalidad y preparación.

Fuente: Peritos Calígrafos Judiciales

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