Con más de 8.000 Kilómetros de costa, España ha estado históricamente ligada a esta circunstancia, explotando las posibilidades de sus tres fachadas marítimas en cuanto a lo relacionado con la pesca y sus industrias derivadas, y fundamentalmente con la comunicación, aprovechando su situación geoestratégica para el transporte marítimo internacional, constituyéndose como sistema intermodal prioritario del sur de Europa.
España se vincula comercial y logísticamente con del mar a través de sus 48 puertos de interés general, regulados y gestionados por 28 Autoridades Portuarias, constituyendo el sistema portuario español, que es dependiente en cuanto a eficacia y eficiencia del Ente Puertos del Estado, que depende a su vez del Ministerio de Fomento a través de la política portuaria del Gobierno.
Teniendo en cuenta los datos editados por el Ente, en los puertos el sistema portuario español se manipulan cerca del 60% de las exportaciones y el 85% de la importaciones de España, representando un 53% del comercio exterior con la UE y el 96% con terceros países.
En este contexto, dicho sistema estatal contribuye con cerca del 20% del PIB del sector del transporte y como consecuencia el 1,1% del PIB español, lo que genera 35.000 puestos de trabajo directos y 110.000 indirectos.
El tráfico movido por los puertos del sistema alcanzó en el año 2016, 508,9 millones de toneladas, lo que supone un 1,29% de incremento respecto al ejercicio anterior, manteniendo la tendencia al alza de los últimos años y pudiéndose destacar que todas la Autoridades Portuarias han superado la cifra anual de un millón de toneladas de tráfico.
En este entorno de manipulación de mercancías, el pasado año, destacaron los puertos de Bahía de Algeciras, con 102,8 millones de toneladas; Valencia con 71,3 y Barcelona con 48,8, suponiendo el 43,8% del total del sistema portuario.
En cuanto al tráfico de pasaje, la cifra ascendió a 32,4 millones de pasajeros en 2016, lo que significa un crecimiento del 4,48% respecto al año anterior, destacando el tráfico de cruceros con 8,7 millones de cruceristas, lo que supone en el entorno internacional una situación destacada de importante referencia.
El sector del turismo de cruceros mantiene su crecimiento progresivo debido a sus estrategias de comercialización, al incremento de capacidad de sus barcos y al aumento de la actividad en la zona europea, variables fundamentales que influyen en su competitividad.
En los últimos ejercicios, el sistema portuario español ha hecho frente a la crisis económica que se inició en el año 2007, dando una respuesta oportuna, asegurando y optimizando la viabilidad de los puertos de todas la Autoridades Portuarias, manteniendo el equilibrio económico y financiero.
El sector del turismo de cruceros mantiene su crecimiento progresivo debido a sus estrategias de comercialización, al incremento de capacidad de sus barcos y al aumento de la actividad en la zona europea, variables fundamentales que influyen en su competitividad.
En los últimos ejercicios, el sistema portuario español ha hecho frente a la crisis económica que se inició en el año 2007, dando una respuesta oportuna, asegurando y optimizando la viabilidad de los puertos de todas la Autoridades Portuarias, manteniendo el equilibrio económico y financiero.
Como perspectiva de futuro, la existencia de proyectos de conectividad terrestre, potenciando el tráfico ferroportuario y, como consecuencia, ampliando las zonas de influencia de los puertos (hinterland), contribuye además a corto plazo, a la disminución del coste de transporte y la reducción de la contaminación producida por el modo de transporte por carretera.
El Reglamento (UE) 2017/352, publicado el 15 de febrero pasado, indica en sus considerandos iniciales que, “la plena integración de los puertos en unas cadenas logísticas y de transporte sin discontinuidades, es necesaria para contribuir al crecimiento y a un uso y un funcionamiento más eficientes de la red transeuropea de transportes y del mercado interior. Ello requiere unos servicios portuarios modernos que contribuyan al uso eficiente de los puertos y a un clima favorable para la inversión, con vistas a desarrollar puertos acordes con los requisitos actuales y futuros en materia de transporte y logística. Los puertos contribuyen a la competitividad a largo plazo de la industria europea en los mercados mundiales, aportando al mismo tiempo valor añadido y puestos de trabajo en todas las regiones costeras de la Unión”.
Considerandos que potencian los principios de la Estrategia Europea 2020 de la Comisión Europea que indican que es imprescindible vertebrar redes de transportes inteligentes, sostenibles e integradoras que incrementen el desarrollo social y la cohesión territorial de la Unión.
Los puertos por lo tanto, deben continuar contribuyendo de forma definitiva a conseguir una manipulación y movilidad de mercancías sostenible con el objetivo de potenciarlos como nodos multimodales en la red transeuropea de transporte, por lo que Puertos del Estado en su Memoria de Sostenibilidad del Sistema Portuarios de Interés General, impulsa una estrategia de movilidad sostenible de mercancías, articulada fundamentalmente en líneas estratégicas como:
Los puertos del sistema portuario español, por lo tanto, mantendrán su actual situación en el escenario del transporte mundial en el futuro, afrontando los retos de la revolución industrial 4.0 de cambio de modelo energético, mediante la implantación de energías estratégicas alternativas, potenciando la utilización como combustible por los buques de GNL y conexiones a la red eléctricas en sus estancias en puertos, así como la utilización de gas en sus motores auxiliares.
Así mismo, las trasformaciones de digitalización de la industria y su influencia en la organización logística es otro de los retos en el que el sistema portuario español está inmerso, dando la respuesta necesaria en la consecución de su total adaptación.
Por todo ello, se puede indicar que en la actualidad los retos más destacables en la actividad de los puertos españoles como en el resto de los puertos de la Unión, se centran en dos condicionantes fundamentales: descarbonización y digitalización.
Por todo ello, el sistema portuario español mediante su potencial logístico, se encuentra en un proceso de consolidación de los puertos de sus tres fachadas marítimas, como nodos multimodales con capacidad para la captación de tráficos de importación y exportación, desde y para los centros de producción y consumo europeos, potenciando además tráfico de tránsito marítimo, de otros continentes como América, África y Asia.
Las características físicas de los puertos del sistema responden a las nuevas capacidades transportadas por buques de mayores envergaduras, que procedentes del Pacífico, atraviesan el Canal de Panamá recientemente ampliado, pudiendo constituirse como puerta de entrada y salida en Europa de la mercancía procedente de esa importante zona productora y de consumo.
