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Como si del “Hombre del Tiempo” del Tele-Noticias (TV) tratásemos, la pregunta que muchos de los profesionales del mundo jurídico nos plantean viene a ser parecida y semejante; aunque trasladada en las Ciencias del Comportamiento y de la Conducta:

“Dr., ¿Qué tipo de conducta desarrollará este sujeto de aquí un mes,… y de aquí a un año...?”
 

Evidentemente, y aunque se trate de una pregunta del ámbito jurídico de lo Penal, se trata de una cuestión con entidad propia, en el ámbito Penitenciario por excelencia (el cual viene a complementarse en al anteriormente mencionado ámbito legal).


La pregunta no es superficial, ni banal, ni tampoco liviana y; ni tan siquiera, frívola. Todo lo justamente al contrario: la pregunta es profunda, inteligente, concreta y precisa.


En estos casos, los profesionales de las “Togas Negras” (tal como refiere benignamente el Prof. Dr. Antonio García-Pablos de Molina, Catedrático de Derecho Penal de la Universidad Autónoma de Madrid con respecto a los profesionales del mundo jurídico), se apoyan en el criterio técnico de los profesionales de las “Batas Blancas” (con respecto a los profesionales de la Salud Mental) a efectos de poder dilucidar el problema que tienen encima de sus respectivas mesas y, con objeto de poder practicar la resolución judicial que sea lo más pertinente procurando que afecte lo menos posible en el amplio radio de la sociedad.


Si estamos en el ámbito de la Justicia Penal (más concretamente, del ámbito Penitenciario), la pregunta pretende ir más allá que analizar una simple conducta aislada; pretende predecir y evitar consecuencias de riesgo de actos y comportamientos delictivos que supongan e impliquen un peligro contra cualquier persona y, en general, contra la sociedad.


Los profesionales de la Salud Mental (los de la “Bata Blanca”) son los técnicos especialistas en la conducta y del comportamiento humano que ostentan un radio técnicamente profesional más amplio de criterio con respecto a la predicción de riesgo de violencia y peligrosidad (con sus virtudes y sus defectos; con su margen de certeza y su margen de error, respectivamente).



No obstante, mientras que el “Hombre del Tiempo” de las Noticias de la TV, pondera su predicción futura sobre variables relativamente “estáticas” en el momento presente (predicción de lluvias, tormentas, borrascas, anticiclones, ambiente soleado, etc.); el “Hombre de las Conductas” pondera su predicción sobre variables totalmente “dinámicas” y comportamentales sobre conductas materializadas por el sujeto en el pasado (“…la conducta que este sujeto desarrollará la próxima semana o el próximo mes será …X… en base a su experiencia y desarrollo patobiográfico a lo largo de todo su ciclo vital...”).


Si ya es difícil predecir una conducta en condiciones normales; si además, nos piden predecir una conducta delictivo-criminógeno, el asunto no deja de ser una quimera para los profesionales de la Salud Mental y, en general, de los profesionales del Comportamiento Humano. No obstante, la disciplina psicopatológica presenta, actualmente y gracias a nuestros Manuales Diagnósticos (DSM-IV-TR y CIE-10), directrices de comportamientos previstos en los trastornos mentales y disfunciones psíquicas. 

No obstante, los profesionales de la Salud Mental -los de las “Batas Blancas”-, estamos aquí. Ayudando a las “Togas Negras”.


Y, gracias a métodos por los que la actual Psicología y Psiquiatría han venido a actualizarse e innovarse (entiéndase métodos actuariales heteroaplicados de novedosa introducción y aplicación del tipo HCR-20, SARA, entre otros; o técnicas e instrumentos clásicos de evaluación de la Personalidad autoaplicados del tipo MMPI-2 o MCMI-III, entre otros); los profesionales de la Salud Mental disponemos de potentes instrumentos de diagnóstico como para tener suficiente base teórico-práctica con que sustentar nuestro criterio de predicción (con los márgenes de error estadístico tanto técnicos como humanos).


Hoy en día, con las actuales e innovadoras técnicas instrumentales concernientes de la disciplina Psicológico-Psiquiátrica (tanto en su vertiente Académico-Investigadora como en la Profesional) presentan unos adelantos en la doctrina Científica con objeto a poder remediar 2 asuntos importantes con respecto al tema que venimos a tratar aquí:


1. Predecir, con el mayor rigor absoluto, la conducta hostil-criminológica del sujeto a tiempos prospectivos y futuros y,


2. Procurar reducir -en la mayor medida posible- el grado de error a efectos de poder aumentar el grado de validez y fiabilidad de la predicción que se intenta establecer.  

Dr. Bernat-N. Tiffon  

Imagen: “Judith y Holofernes” (1598-1599). Michelangelo Merisi da Caravaggio (1571-1610).