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Hace unos meses tratamos en el blog la norma del Fair Play Financiero y sus posibles consecuencias ante un incumplimiento. Ante el posible cambio de la normativa disciplinaria con un “Fair Play Financiero 2.0” que endurezca las condiciones de los fichajes para los clubes, en esta segunda entrada vamos a realizar un repaso de las principales sanciones impuestas a los clubes hasta el momento.

El Comité de Control Financiero de Clubes de la UEFA (CFCB) es el organismo encargado de imponer medidas disciplinarias en el caso de incumplimiento con las normas del juego limpio financiero, cuyas decisiones, de conformidad con la normativa, solo son apelables ante el TAS.

La casuística desde la temporada 2013/2014, fecha en la que se implementa el requisito del punto de equilibrio, nos muestra que la mayoría de incumplimientos finalizan con una sanción económica impuesta a través del “settlement agreement” o acuerdo de estabilización con el club implicado, que conlleva una serie de medidas financieras y disciplinarias (en la mayoría de los casos) que son supervisadas por el propio CFCB.

Desde 2014, es destacable que la UEFA ha publicado veintiocho acuerdos de estabilización en materia de Fair Play Financiero con clubes a los que se había abierto investigación, con carácter general, por gastar más de lo que ingresan. Entre los supuestos más relevantes: Manchester City FC, PSG, AS Roma, Hapoel, Panathinaikos, Besiktas, Monaco FC etc. Así, a modo de ejemplo, en el caso de Manchester City y PSG se impusieron, principalmente, las siguientes sanciones:

  • Multas respectivas de 60 millones de euros, que disminuyen a la cantidad de 20 millones de euros si cumplen con las medidas financieras que tratan de alcanzar el punto de equilibrio en dos temporadas. Las cantidades a pagar se retienen de las ganancias de televisión y resultados en Champions.
  • Una limitación de 21 jugadores inscritos para la temporada de Champions 2015/2016 que podía ser progresivamente anulada.

En septiembre de 2015, la UEFA aprobó levantar definitivamente la sanción a ambos equipos en materia de inscripción a nuevos jugadores en competiciones UEFA y de restricción de la cantidad total del gasto en prestaciones a los empleados.

La Cámara de Investigación consideró que ambos clubes habían cumplido con el punto de equilibrio que se les requería bajo el acuerdo alcanzado para los años financieros 2014 y 2015, y con los objetivos económicos respecto al gasto en prestaciones a los empleados.

Sin embargo, no todo son sanciones de índole económica que acaban con un acuerdo de estabilización y con el progresivo levantamiento de las sanciones. En estos últimos años, hemos encontrado algunos casos de exclusión de competiciones UEFA, como la exclusión del Dinamo de Moscú, el Galatasaray, el Sion, o incluso el Málaga. Recientemente, esta estricta sanción que deja a los clubes fuera de las competiciones europeas, se ha impuesto al Panathinaikos FC durante la próxima competición para la que pudiera clasificarse en las próximas tres temporadas, por incumplir los términos impuestos por la Cámara de Adjudicación.

Se puede observar que, hasta la fecha, las sanciones económicas han predominado sobre las sanciones que conllevan alguna implicación deportiva como la expulsión de los clubes de las competiciones UEFA. Así pues, cabe preguntarse qué ocurrirá en el futuro cuando equipos que han sido previamente sancionados, vuelvan a ser investigados por la UEFA por eventuales incumplimientos.

Ante esta situación, la Asociación de Clubes Europeos (ECA) ha propuesto una revisión de la norma disciplinaria para endurecer el control económico de los clubes, que ya está siendo estudiada por UEFA. Entre las medidas del nuevo proyecto se plantea establecer un límite a las cifras pagadas cada temporada, estableciendo que un club solo pueda incurrir en un gasto de 100 millones más que lo recibido por la venta de futbolistas de su plantilla.

Autores: Lidia Margareto y Bartolomé Sánchez