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No es una situación que solo se viva en la ficción, las falsificaciones de testamentos ológrafos son una realidad, de hecho, más frecuente de lo que sería deseable. Un asunto preocupante y delicado porque suele afectar a un sector de la población especialmente vulnerable, las personas mayores o con limitaciones en sus capacidades físicas o mentales. Por eso, es esencial que todos nos impliquemos en conocer y combatir este delito.

Ejemplos de falsificaciones en los testamentos ológrafos

Recordemos que los testamentos ológrafos son aquellos actos legatarios que se realizan de puño y letra, tanto el texto del documento como la firma. Además, tienen otras características igual de definitorias, como su naturaleza privada y secreta, es decir, que no debe conocerse su existencia, ni su contenido. Precisamente, esta cualidad propicia que se produzcan falsificaciones, ya que no hay ningún depositario o custodio que impida su alteración o, incluso, su desaparición. Aunque en caso de haberse dejado a cargo de un tercero, este debe recordar que existe la obligación legal, con su correspondiente responsabilidad, de entregar los testamentos ológrafos una vez fallece su autor.

Sin embargo, los casos más habituales de falsificación de testamentos ológrafos están más relacionados con el abuso de confianza de personas cercanas o que cuidan a pacientes con enfermedades neurodegenerativas, ancianos solos o incapacitados. Aquí también se olvida, por parte de los incitadores del delito, que mediante una pericial caligráfica, no solo se demuestra la autenticidad de la escritura y la firma, también sirven estas pruebas para demostrar la lucidez de la persona y su voluntad. Y, estos dos aspectos son imprescindibles para la adveración de los testamentos ológrafos.

El papel fundamental de los peritos calígrafos judiciales

Es importante, llegados a este punto, insistir en que no es suficiente con la mera existencia de un testamento ológrafo para que se le dé validez legal a sus disposiciones. Para heredar, debe ser “ratificado” por un juez una vez ha fallecido su autor. Y hay dos formas de que lo haga, escuchando las declaraciones de tres testigos o mediante la realización de un informe por parte de un perito calígrafo judicial.

En este sentido es interesante recordar casos concretos y que tuvieron eco en los medios de comunicación, en los que la prueba pericial caligráfica fue determinante para que un juez dictaminase que era una falsificación. Uno de esos falsos testamentos ológrafos del que habló la prensa es el de la María Jesús Moreno, fallecida en 2012, enferma de Alzheimer y tutelada por la Fundación Afal Futuro. En un supuesto testamento ológrafo, esta anciana lega su patrimonio (entorno a 3 millones de euros) a la Fundación Reina Sofía. Sus herederos consiguieron que, gracias entre otras pruebas a un informe pericial caligráfico, un juez dictaminase la falsedad de ese supuesto testamento ológrafo.

En Peritos Calígrafos Judicial estamos muy familiarizados con los testamentos ológrafos y toda la problemática que conlleva su falsificación. Recurre a nuestro equipo de expertos para resolver cualquier duda sobre este u otro tema, tenemos formación y experiencia para darte la mejor solución.

Fuente: Peritos Calígrafos Judiciales

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