El impuesto sobre el patrimonio es un impuesto que grava el patrimonio neto de las personas físicas. Se entiende patrimonio neto a la suma de todos los bienes y derechos económicos, restándole las cargas y gravámenes que reducen el valor de esos bienes y derechos además de restarle, también, las deudas y obligaciones personales.
Tendrán que presentar dicho impuesto aquellos sujetos residentes en España por todos sus bienes y derechos universales siempre y cuando el patrimonio neto de todos ellos supere los 700.000 euros.
En este sentido, es importante saber que algunas Comunidades Autónomas establecen un mínimo inferior.
Además, también deberán presentar el Impuesto sobre el patrimonio aquellos sujetos no residentes en España, aunque en este caso sólo deberán tributar por los bienes y derechos situados en España.
