El comienzo del nuevo milenio, asistimos a un hecho inédito cual es el nacimiento de la cuarta Revolución Industrial, la Industria 4.0 en el que la interacción entre la robótica y los sistemas de Inteligencia Artificial, (IA o AI en inglés) penetra en lo humano y lo transforma.
Una de las notas que caracterizan esta cuarta Revolución es que; a diferencia del software, los sistemas robóticos son corpóreos o materiales, en el sentido de que están diseñados para actuar en el mundo off line.
Y es precisamente esta capacidad para actuar en el mundo material la que se traduce en la posibilidad de dañar físicamente a las personas o las cosas.
Esta encarnación corpórea aun embrionaria de los sistemas informáticos alumbra una nueva era y un desafío a la actual sociedad digital basada en el dato.
Desde una visión historicista bien pudiéramos atrevernos a decir que si en el principio era el Verbo, y en la plenitud de los tempos fue el Verbo encarnado. Ahora es el dato, y mañana será el dato encarnado.
