Togas.biz

UNA TÉCNICA IMPRESCINDIBLE PARA EL PERITO CALÍGRAFO DE LA ERA DIGITAL.

Tristemente, se puede observar como todavía much@s Peritos Calígrafos, haciendo gala de una absoluta fobia hacia la tecnología, se obstinan, impasibles en sus decimonónicos ademanes, en su negativa a emplear técnicas micrográficas, para efectuar, sus Dictámenes.

Las micrografías grafoscópicas son las imágenes ampliadas que, mediante el empleo de instrumentos ópticos y/electrónicos, se obtienen de detalles minúsculos que forman parte de la sustancia de grafías manuscritas y que, de no haber sido examinados mediante estas técnicas, habrían pasado inadvertidos.

Evidentemente, no se puede valorar lo que no se puede ver, y esto es lo que, desafortunadamente, ocurre en numerosos Informes Periciales Caligráficas en los que sus autores, con la presunción de falsa sabiduría que, siempre, adorna las presuntuosas mentes de los que nada saben y, en cambio, ebrios de vanidad, presumen de saberlo todo.

Sabida es la máxima de la ciencia pericial caligráfica de que cuanto más minúsculo es un gesto gráfico de la escritura tanto mayor es su valor identificatorio y de reconocer a la persona autora de la misma, y ello, fundamentalmente, por las dos siguientes razones que, a continuación, se pasa a exponer.

Una viene dada por el hecho de que este tipo de detalles escriturales, invisibles o difícilmente perceptibles al ojo humano sin empleo de micrografía, resultan, en su ejecución, habida cuenta su naturaleza de tics (Gestos tipo idiosincrático) escriturales, total y absolutamente espontáneos.

Por otra parte, resulta que, precisamente por el hecho de que este tipo de detalles gráficos son diminutos, con grandísima frecuencia, o bien pasan inadvertidos al falsificador, o bien, aun siendo advertidos por el mismo, éste carece de una visión rica y completa de tales detalles que le permita, realmente, efectuar una evaluación correcta de los elementos constitutivos que conforman su esencia.

Así, verbigracia, el Perito Calígrafo Judicial autor de este artículo ha podido comprobar, en más de una ocasión, que no era, realmente, un auténtico golpe de tinta lo que, en un principio, daba la impresión de ser serlo localizado en una firma dubitada en una zona análoga de firmas indubitadas objeto de cotejo con aquélla en la que sí se producía un auténtico golpe de tinta.

Y es que, a menudo, el Perito Calígrafo procede en su quehacer profesional cegado tanto por la falsa y peligrosa presunción de que sólo saben de pericia caligráficas los peritos calígrafos como, así mismo, no tomar en consideración la posibilidad de que el autor de una falsificación pueda haber estado asesorado, en su actuación de imitación de grafismos escriturales, por un Perito Calígrafo, pudiéndose darse el caso, incluso, de que haya sido éste último el autor material de la falsificación.

Efectivamente, cuando se procede, por el mismo, a efectuar el cotejo comparativo de firmas sin más auxilio que el de una mera lupa, que, además, las más de las veces, al más puro estilo decimonónico, no es ni tan siquiera de naturaleza digital, el Perito Calígrafo puede llegar a la falsa conclusión de que la firma dubitada objeto de su análisis comparativo de cotejo con firmas indubitadas de una persona escribiente pertenece a ésta por encontrar, por ejemplo, entre una y otras, supuestas analogías de localización de gestos gráficos de cargas de tinta, ganchos, arpones, aceramientos y/o pérdidas progresivas de presión escritural.

Sin embargo, al efectuar una revisión concienzuda y detallada de casos como el recién “supra” expuesto, que, desafortunadamente, son más comunes y frecuentes de lo que se piensa, y cada vez más, el Perito que, desde este artículo, se dirige a los lectores del mismo ha podido advertir que, en no pocas ocasiones, no existen tales supuestas analogías, sino una equivocada impresión en tal sentido motivada por una falsificación guiada e, incluso, muy probablemente ejecutada por un profesional de la falsificación.

No en vano, así, un conocedor de esta disciplina científica a cuyas capacidades escriturales les adorna una gran habilidad escritural puede, perfectamente, mediante la ejecución gráfica de un trazo suplementario localizado en una determinada ubicación de una firma dubitada, crear falsos gestos gráficos de análoga localización a la de auténticos en firmas indubitadas objeto de cotejo con aquélla.

Y, evidentemente, tal tipo de actuaciones difícilmente podrá ser descubierta, por muy avispado que sea el Perito calígrafo Judicial estudioso que se encarga del análisis de cotejo si no cuenta para llevar a cabo éste con el auxilio de la micrografía grafoscópica, disciplina ésta para cuyo dominio se requiere un tiempo y una dedicación esforzada que, lamentablemente, se echa en falta en la formación de la mayoría de l@s Peritos Calígraf@s.

www.peritoscaligrafosjudicial.es

José Ignacio Flores Zamora.

Perito Calígrafo e Ingeniero Electrónico Digital.

Fuente: Peritos Calígrafos Judiciales

Source