La primera de ellas es la de obra, que como su propio nombre indica sirve para edificar en un terreno. Pero una vez que se tiene permiso para edificar el constructor sigue teniendo la obligación de ajustarse a la normativa legal. Para controlar que todo marche según lo previsto y que no haya ninguna infracción es para lo que se creó la licencia de primera ocupación.
Esta licencia, que expiden los Ayuntamientos, permite controlar que la obra realizada se ajuste al proyecto al que se le concedió la licencia.
Como se trata de un acto administrativo, esto significa que en caso de denegación podremos recurrirlo (al igual que ocurre con las demás licencias). Algunos ejemplos concretos por los que esto puede pasar son los siguientes:
¿Qué ocurre si no pide la licencia?
Las consecuencias de no pedir esta licencia son variadas. Por ejemplo, las compañías de suministros como luz y agua tendrán prohibido prestarle sus servicios. Además de esto tampoco se puede vender el inmueble que no haya obtenido la licencia de primera ocupación, ya que así lo establece la Ley del Suelo.
Por todo esto recomendamos que se actúe siempre de forma ordenada y contando con las respectivas licencias. En caso de duda, lo mejor es asesorarnos primero por un especialista en la materia. Nuestro Despacho en Barcelona le puede ayudar en cualquier cuestión relacionada con el Derecho urbanístico: licencias; recursos contra denegaciones; procesos de exporpiación forzosa, convenios urbanísticos, etc.
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