El sector legal no es muy amigo de los cambios y se muestra muy cauto ante cualquier innovación. Respecto a su presencia en las redes sociales, los despachos de abogados se hacen una serie de preguntas: ¿En qué mejorará mi nivel de negocio? ¿Qué ventajas me aportará estar expuesto públicamente? ¿Cuántos recursos debo dedicar a la comunicación 2.0?
Intentaré resolver estas dudas e indicar cuáles han de ser los puntos más importantes a la hora de valorar la presencia o no de su despacho de abogados en las redes sociales.
El principal dilema que debe afrontarse antes de iniciar su andadura por las redes sociales es resolver esta pregunta: ¿Qué quiero obtener de mi presencia en las redes sociales? Es decir, antes de nada hay que marcarse unos objetivos y una estrategia.
¿Para qué vamos a abrir un perfil en Twitter, Facebook o Linkedin? ¿Qué tenemos que decir? ¿Quiero dar a conocer mi marca, interactuar con otros profesionales o conseguir más clientes? Hay que tener claros estos puntos para poder seguir una estrategia u otra. No es recomendable estar en las redes sociales sólo por estar, porque es la moda. Si no se tiene nada interesante que decir, mejor no estar. Tampoco hay que estar en todas las redes sociales que existen, hay que ver cuáles son las más idóneas según nuestra estrategia.
Otro punto a tener en cuenta es que, al estar en las redes sociales estás abriendo la puerta de tu despacho y vas a tener que tener mucho cuidado con lo que digas en esas redes sociales. Un consejo: sentido común. Tienes que mantener en las redes sociales el mismo discurso que mantienes en tu despacho. Un desliz puede tener consecuencias fatales y mimbar tu reputación.
Es ahora el momento de indicar los puntos a favor de que los despachos de abogados estén presentes en las redes sociales:
Comunicación: Es una forma rápida y global para dar a conocer tu trabajo, tus opiniones o subir tus artículos. Así mismo, que conozcamos el trabajo y las aportaciones de otros profesionales e incluso de tus clientes. No hay que tener miedo al diálogo, incluso a las críticas, siempre y cuando se tenga claro el discurso y no se caiga en contradicciones. La confianza y la transparencia son básicas.
Propaganda: En la actualidad una marca no es lo que esta dice que es, sino lo que el consumidor piensa y dice qué es. Un comentario de un cliente es mucho más efectivo que cualquier auto propaganda que pongas en tu web o tu blog corporativo.
Posicionamiento: Aportar contenido de calidad. Se recomienda tener un blog, ya que los contenidos son introducidos periódicamente. De esa manera, se le está dando a tu marca un posicionamiento sobre otras que no generan contenido y que simplemente están (o no están) en las redes sociales, pero sin aportar nada. Por lo tanto, el objetivo es generar contenido de calidad, aportar algo que te dé notoriedad, originalidad y te diferencie de la competencia. Esto te aportará también reconocimiento.
Oportunidades laborales: Se puede acceder a los perfiles de abogados para ver su experiencia y contactar con ellos para ofrecerles una oportunidad laboral. Es un escaparate en el que se intercomunican la oferta y la demanda.
Para finalizar, por ahora, en este interesante debate que todo despacho de abogados debe afrontar, apuntaré que hay que tomarse muy en serio la presencia en las redes sociales y por ello, dedicarle el tiempo y el presupuesto necesario. Pienso que quizás en la actualidad, y vistos los escasos estudios que existen, las redes sociales no son lo más indicado para captar clientes, pero sí una oportunidad única para darte a conocer, informarte de qué hace la competencia, qué piensan tus clientes o simplemente qué está ocurriendo en tu sector. No debes dar la espalda a una herramienta que puede serte útil y beneficiosa en tu negocio.
Por esos motivos, los despachos deben estar preparados y ser conscientes de las oportunidades y también de las amenazas que estar en las redes sociales supone. La red ofrece muchas posibilidades para construir marca, sobre todo para aquellos que aún no la tienen. Es una gran oportunidad para despachos medianos y pequeños, ya que no todo está inventado y aún se puede sobresalir y competir con firmas mayores.
David Casado
