En determinadas circunstancias realizar obras de reforma en el hogar es una buena alternativa a la compra de una vivienda de segunda mano. A priori parece menos complicado invertir en rehabilitar o reformar el lugar donde vivimos que empezar a buscar, luego negociar el precio, tramitar una hipoteca, y una vez realizados todos los pasos hacer un traslado con el consiguiente estrés emocional que ello conlleva. ¿Pero qué pasa si realizo las mencionadas obras y no tengo la correspondiente licencia administrativa o, habiendo conseguido esta, las obras no se corresponden con lo autorizado por ella?
Una vez el Ayuntamiento tenga conocimiento de que se están realizando obras sin licencia (es muy fácil que suceda, generalmente porque un agente local ve escombros y empieza sus pesquisas, o un vecino molesto con nosotros por alterar su descanso con los ruidos de la obra nos denuncia), este iniciará dos procedimientos:
¿Cómo debemos actuar si estamos realizando obras sin licencia y la Administración incoa los procedimientos anteriormente mencionados? Pueden darse dos supuestos:
1.- Que la obra sea legalizable por ser compatible con la legalidad urbanística.
En este caso deberemos solicitar la licencia y una vez obtenida esta podremos continuar con ella sin temor a ser “perseguidos” por la Administración. El expediente de restauración de la legalidad urbanística se archivará pero el expediente sancionador seguramente finalizará en una multa. No olvidemos que durante un tiempo hemos incumplido la ley y esa conducta resulta sancionable.
2.- Que la obra no sea legalizable por no ser compatible con la legalidad urbanística.
En este caso podemos tomar dos caminos:
Asociada. Departamento Civil y Mercantil.