Una de las claves para el éxito empresarial es la diferenciación, es decir, la capacidad para diferenciarse de la competencia. En un mercado tan saturado como el actual, ¿qué podría hacer un empresario para lograr esa diferenciación? Entre muchas de las posibilidades, destacan aquellas herramientas que proporcionan la Propiedad Intelectual. En este caso, destacan las Patentes y Marcas como aliados de los empresarios.
¿Por qué es necesario el registro de Patentes y Marcas?
Entendiendo por MARCA todo signo que se puede representar de forma gráfica y que se utiliza para diferenciar los SERVICIOS y los PRODUCTOS de diferentes empresas, es fácil llegar a la conclusión de que se trata de uno de los elementos más determinantes a la hora de la diferenciación empresarial.
Todavía existen muchos empresarios españoles que no se han dado cuenta del valor de registrar una MARCA, posiblemente por el desconocimiento del mundo de la Propiedad Industrial e Intelectual. Numerosas empresas trabajan con marcas propias no registradas y no se dan cuenta de la
importancia de este aspecto hasta que salen al mercado exterior y ven cómo alguien se les ha
adelantado registrando marcas idénticas o parecidas tanto denominativa como fanáticamente .
Por otra parte, según la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM), una PATENTE es el título que un Estado puede reconocer para la explotación en exclusiva de un producto, privando a otros de su uso, fabricación o venta, a no ser que el titular de la Patente lo permita. El carácter de diferenciación parece claro, puesto que concede el derecho de explotación en exclusiva.
España, en comparación con otros países de la Unión Europea, posee un registro de patentes tremendamente inferior. Nuestra cultura, por ser más tradicional, se ha caracterizado por proteger y dotar de exclusividad a nuestros propios productos, pero es ahora en el siglo XXI, en un mundo globalizado, cuando surge la necesidad de explotar y rentabilizar esos productos a nivel
internacional.
