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El Consejo de la Unión Europea ha adoptado las Conclusiones sobre el futuro de una Europa altamente digitalizada más allá de 2020: «Impulsar la competitividad digital y económica en toda la Unión y la cohesión digital». Define, así, una hoja de ruta que guiará la política digital europea a partir de 2020.

En las Conclusiones se hace hincapié en las materias específicas que fomentarán la consolidación de una Europa competitiva, innovadora, segura y digitalizada. Para ello, el Consejo indica que deben configurarse como nuevos objetivos y retos:

  • El apoyo a la innovación;
  • El fomento de las tecnologías digitales europeas clave;
  • El respeto de los principios y valores éticos en la inteligencia artificial;
  • El fortalecimiento de la capacidad de ciberseguridad;
  • La mejora de las competencias digitales;
  • El desarrollo de la sociedad Gigabit, especialmente, la 5G;
  • El aumento de la igualdad de género en el sector, y
  • La participación global en los beneficios de la digitalización, incluyendo a los grupos potencialmente vulnerables.

En particular, las Conclusiones desarrollan significativamente el uso, y las correspondientes restricciones, de tecnologías de inteligencia artificial. El Consejo enfatiza la capacidad de esta rama de la ciencia para aumentar la eficiencia y competitividad de nuestra economía por vía de la optimización de procesos. También, su aptitud para solventar o paliar, al menos, los mayores retos sociales relacionados con los servicios de salud, la seguridad en la alimentación, o el clima.

El ministro de Comunicaciones y Sociedad de la Información de Rumanía y presidente del Consejo, Alexandru Petrescu, recuerda la necesidad de ir de la mano de la ética y humanidad en el desarrollo de la política digital, y, con ello, de la regulación en materia de inteligencia artificial, y advierte sobre la importancia de «evitar toda burocracia innecesaria que pueda obstaculizar la innovación».

En definitiva, el Consejo de la UE aplaude la existencia del Mercado Único Digital, y destaca que es clave para su salvaguarda el desarrollo de estrategias que redunden en la eliminación de barreras injustificadas que potencien un mercado desfragmentado. Para lograrlo, tanto los Estados Miembros como las autoridades europeas competentes deberán colaborar con el Consejo en la evaluación de la eficiencia y consistencia del marco regulatorio actual.

Clara Sánchez López