El pasado 5 de abril, la Comisión Europea publicó el informe “EU loan syndication and its impact on competition in credit markets”, que encargó a Europe Economics en agosto de 2017. Se trata de un nuevo paso en la creciente atención que la Comisión y otras autoridades de competencia han prestado en los últimos años a potenciales conductas anticompetitivas en el sector de la financiación sindicada, y deberá tenerse muy en cuenta por las entidades activas en el sector. (El informe, que por el momento sólo está disponible en inglés, puede consultarse aquí.)
Los préstamos sindicados son una fuente de financiación muy relevante en Europa, mediante la cual en 2017 se levantaron 720 billones de euros. Consisten en una oferta de financiación realizada por varias entidades prestamistas (generalmente, entidades de crédito) de forma conjunta, entre las cuales se encuentran los estructuradores de la operación de financiación (MLAs o Mandated Lead Arrangers).
La cooperación entre las entidades tiene importantes beneficios para el conjunto del mercado, puesto que permite a los prestatarios obtener financiación para grandes proyectos o adquisiciones que difícilmente conseguirían por medio de otras alternativas (por ejemplo, mediante financiación bilateral o en el mercado de renta fija). Asimismo, facilita que prestamistas de menor tamaño puedan participar en financiaciones de mayor calado, compartir una cuota del riesgo crediticio asociado a la operación y, en su caso, obtener la rentabilidad esperada.
No obstante, la Comisión está preocupada por la concentración progresiva de algunos segmentos del mercado de financiaciones sindicadas, lo cual puede conllevar el riesgo de que los prestamistas suscriban acuerdos colusorios que excluyan a potenciales prestamistas o perjudiquen injustamente al prestatario.
Para examinar estas dinámicas en profundidad, Europe Economics ha analizado tres sectores clave: la adquisición apalancada o leveraged buy-outs (“LBO”), la financiación de proyectos y la financiación de infraestructuras. Asimismo, el estudio se centra en los seis países que concentran este tipo de prácticas en Europa, concretamente Francia, Alemania, Reino Unido, Países Bajos, Polonia y España.
De acuerdo con las conclusiones del informe, actualmente el mercado europeo de financiación sindicada presenta pocos riesgos de favorecer prácticas anticompetitivas, puesto que parece presentar una dispersión adecuada, sin evidencias de asimetrías de información entre los actores del mercado.
Sin perjuicio de lo anterior, el informe identifica ciertas prácticas de mayor riesgo, que podrían favorecer la aparición de conductas anticompetitivas a lo largo del proceso de negociación y concesión de la financiación sindicada. Entre ellas destacan las siguientes:
Asimismo, el informe identifica ciertos mitigantes o salvaguardas que podrían implementarse en el mercado crediticio para paliar los riesgos antes mencionados, tales como:
Por último, el informe apunta a dos áreas que, si bien no generan riesgos en materia de defensa de la competencia, son campos potenciales en los que enfocar los esfuerzos de la Unión en los próximos años para aumentar la eficiencia del mercado de financiación sindicada: la reducción de las restricciones a la comercialización en el mercado secundario, y la dinamización de las políticas internas utilizadas por las entidades prestamistas para verificar la solvencia de los prestatarios (KYC checks).
En resumen, aunque el Informe concluye que el sector financiero europeo presenta pocos riesgos de propiciar prácticas anticompetitivas, su mera publicación evidencia el interés de la Comisión Europea en el sector y previsiblemente animará a otras autoridades de competencia a situar la financiación sindicada en el punto de mira, en particular en mercados caracterizados por las prácticas identificadas como de mayor riesgo. Por este motivo, sería aconsejable que las empresas involucradas en este mercado analizasen con detenimiento los riesgos en él identificados y las salvaguardas propuestas y adaptasen sus sistemas de cumplimiento en consecuencia.
Andrew Ward, María Lérida García, Beatriz García Quiroga