Togas.biz

Hoy en nuestro blog hablamos de la jubilación flexible, una modalidad de jubilación no tan conocida como otras. Vamos a explicarte en qué consiste la jubilación flexible, así como las diferencias que tiene respecto a la jubilación activa o parcial -ya que pueden llegar a confundirse al ser algo similares-.

Además, en este artículo especificaremos los requisitos que hay que cumplir para acceder a una jubilación flexible y cómo cotiza. Así como los pasos para calcularla y solicitarla.

¡Sin dejar de lado a los autónomos! ¿Existe esta clase de jubilación para ellos? Te resolvemos estas y otras dudas a continuación.

¿Qué es la Jubilación Flexible?

En la jubilación flexible se compatibiliza una actividad laboral con la jubilación, de modo que percibimos ingresos por ambos conceptos. Pero es estrictamente necesario que el trabajo comience después de que seamos declarados pensionistas, no antes. Y no es posible estar contratado a tiempo completo, sino solo con una jornada parcial, reducida.

Según el porcentaje exacto de la jornada, así será la pensión jubilación en una proporción inversa. Es decir, si desarrollamos una actividad profesional al 40% del tiempo respecto a lo que sería una jornada completa, cobraremos el 60% de lo que nos corresponda por jubilación. Para llegar así a un 100%.

Por tanto, un jubilado flexible será aquella persona que, una vez ya jubilada, deja de cobrar una determinada parte de su pensión porque decide emplear un cierto tiempo al día a trabajar. Puede ser una excelente solución para personas que no desean estar totalmente inactivas tras la edad de jubilación ordinaria.

Sin embargo, a efectos de prestaciones sanitarias, estos titulares tienen el reconocimiento de pensionistas. Pero no es válido el reconocimiento de ninguna incapacidad permanente derivada del trabajo a jornada reducida que hemos estado ejerciendo.

En contrapartida, sí se tiene el derecho a una Incapacidad Temporal (baja médica) y a permisos de maternidad o paternidad.

Reducción de jornada

Conforme a la normativa actual, como mínimo, la reducción de jornada debe ser del 25% del tiempo. Y, como máximo, del 50%. En conclusión, se ha de realizar una jornada laboral de entre el 75% y el 50% comparándola con una jornada a tiempo completo.

Cotización de la jubilación flexible

Mientras estemos en situación de jubilación flexible, lo que coticemos en el empleo a jornada reducida, nos servirá para que, cuando dejemos el trabajo de jornada reducida y volvamos a ser solo pensionistas, nos mejore lo que cobramos mes a mes. Porque con los datos de ese último empleo se nos volverá a calcular la base reguladora.

No debemos temer que nos salga una cifra menor a percibir, porque en ese caso se nos mantendrá la pensión de jubilación que ya teníamos. Lo positivo es que, en ese caso, se aplicarán las revalorizaciones producidas durante el tiempo que se ha trabajado a jornada parcial. De manera que nunca será perjudicial en cuanto a futuros ingresos.

Esa cotización también es útil a la hora de, si se da el caso, reducir -o incluso suprimir- el coeficiente reductor por edad que teníamos aplicado previamente en nuestra pensión de jubilación inicial (debido a, por ejemplo, una Jubilación Anticipada).

La cotización en la jubilación flexible será, en todo caso, por la jornada de trabajo realizada. Cotizaremos por el tiempo concreto que invertimos al mes en la actividad profesional que hemos decidido compatibilizar con nuestra jubilación.

Diferencias entre Jubilación Flexible, Jubilación Activa y Jubilación Parcial

Jubilación activa

En la jubilación activa, los tiempos son justo los contrarios que en la jubilación flexible. Porque en ese caso, la persona no se jubila y después retoma en parte la vida laboral. Sino que sin dejar de trabajar, comienza en un momento dado a rebajar su jornada y a cobrar paralelamente un porcentaje de su pensión de jubilación. Pero siempre a un 50%, independientemente de la jornada que realice.

Además, la jubilación activa puede compatibilizarse con cualquier tipo de jornada laboral (completa también). Y en cuanto a los requisitos para acceder a ella, son distintos que cuando se trata de una jubilación flexible.

Atendiendo a la cotización por jubilación activa, esta no modifica la pensión de jubilación, tal como sí ocurre con la jubilación flexible. Porque en ningún caso se ha disfrutado anteriormente de una pensión de jubilación que pueda ser mejorada.

Jubilación parcial

En cuanto a la jubilación parcial, tampoco se deja de trabajar, tal como ocurre en la jubilación activa. Por tanto, esa es su principal disparidad respecto a la flexible. Los cobros, sin embargo, funcionan de la misma manera: tanto en la jubilación parcial como en la jubilación flexible, el porcentaje de tiempo que no se trabaja se percibe en concepto de jubilación.

Pero no hay que olvidar que en la jubilación parcial, la reducción de jornada puede incluso llegar hasta el 75%, si el empresario contrata a un trabajador relevista por tiempo indefinido y a jornada completa. Mientras tanto, en la jubilación flexible no puede superar en ningún caso el 50%.

En definitiva, jubilación flexible, activa y parcial no son términos sinónimos.

Jubilación Flexible para autónomos

Los trabajadores por cuenta propia no pueden acceder a la jubilación flexible. Ni tampoco los empleados del sector público. Pero, como alternativa, si eres autónomo y se acerca tu edad de jubilación, puedes plantearte, por ejemplo, la jubilación activa.

Esta sí es compatible con tu situación, pero recuerda que para beneficiarte de sus ventajas no puedes dejar tu negocio, empezar a cobrar una pensión de jubilación y, después, retomar tu actividad. Sino que has de solicitarla estando aún facturando.

En consecuencia, jubilación flexible y autónomos no son conceptos relacionados.

Requisitos Jubilación Flexible

Para trabajar y cobrar la jubilación simultáneamente mediante la jubilación flexible, las exigencias no son las mismas que los requisitos de jubilación normales:

  • Comunicar a la Seguridad Social nuestra intención de comenzar un trabajo a jornada parcial estando jubilados.
  • Haber cumplido al menos 62 años y cuatro meses de edad si se han cotizado 33 años. O 61 años y ocho meses si tenemos cotizados 34 años y nueve meses o más. La excepción reside en los mutualistas, que pueden jubilarse bajo la modalidad flexible desde los 60 años.
  • No pertenecer a los Regímenes Especiales de los Funcionarios Civiles del Estado, de las Fuerzas Armadas o de la Administración de Justicia. Ni ser un trabajador autónomo, como especificábamos en el apartado anterior.

Echando la vista atrás, y debido a que las edades de jubilación flexible también aumentan cada año, por ejemplo la jubilación flexible en 2017 era factible desde los 61 años y cinco meses de edad, si se habían cotizado 34 años y tres meses o más. Y la jubilación flexible en 2016 ya se podía solicitar con 61 años y cuatro meses, en caso de haber cotizado 34 años (o más).

Cómo solicitar la Jubilación Flexible

Si estando jubilado quieres comenzar una actividad laboral a tiempo parcial, has de solicitar en el INSS la jubilación flexible. Para hacerlo, debes en primer lugar pedir cita previa en la tesorería. Por medio de alguna de estas formas de contacto:

  • Llamando por teléfono al número 901 10 65 70.
  • Por Internet, visitando esta web.
  • Vía APP, descargando la aplicación aquí.

Una vez tienes una cita confirmada, y acudas a la Seguridad social, has de llevar la siguiente documentación:

  1. DNI, o NIE más pasaporte.
  2. Si otra persona va a solicitar en tu nombre la jubilación flexible, debe presentar la documentación acreditativa de representación legal.
  3. El formulario oficial de solicitud de jubilación cumplimentado, el cual puedes descargar en PDF en este enlace. En el momento de rellenarlo, debes seleccionar la casilla JUBILACIÓN FLEXIBLE en el punto 2.4: ‘Comunicación de inicio de actividad laboral simultánea a la condición de pensionista’. Y anotar los datos que se piden en el recuadro “Declaración de actividad” (empresa, jornada -siempre parcial- y fecha de inicio de actividad).

Cómo se calcula la jubilación flexible

Saber cuánto vas a cobrar durante tu periodo de jubilación flexible, es muy fácil. Porque simplemente tienes que restar el porcentaje de jornada que vas a realizar en el trabajo a tu actual pensión de jubilación.

Por ejemplo, si tu contrato es de media jornada (50%), y estabas cobrando 1.000 € de jubilación, ahora percibirás solo la mitad: 500 €.

O si tu jornada es muy reducida, de manera que solo trabajas un cuarto del tiempo si lo comparas con una jornada completa (25%), debes restar dicho porcentaje a los mil euros. De modo que en este segundo caso la Seguridad Social te ingresará cada mes, mientras trabajes, un total de 750 €.


Si quieres saber cómo se calcula la pensión de jubilación, entra en este enlace... ➞

Conclusión

La jubilación flexible es un formato idóneo para las personas que quieren volver a trabajar una vez jubilados, aunque es imprescindible que el contrato que firmen no sea a jornada completa.

Es una fórmula equilibrada ya que el tanto por ciento de horas que se trabajan es exactamente el que se descuenta de la pensión de jubilación que estaban recibiendo hasta el momento. Además, se puede comenzar una jubilación flexible años antes de cumplir la edad ordinaria de jubilación, tal como has podido observar en este artículo.