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Si acabas de formar una empresa o estás a punto de hacerlo, al menos te sonará la figura del administrador único. Se trata de un término que oirás cientos de veces durante el proceso de constitución de sociedades, que es la forma genérica que adoptan las empresas privadas. Pero, ¿qué consecuencias conlleva ser el administrador único de una empresa? En las siguientes líneas despejamos las dudas más frecuentes que giran en torno a esta figura clave.

¿Qué es un administrador único?

En primer lugar, es importante recordar los diferentes tipos de sociedades que existen en el ámbito privado:

  • Sociedad anónima
  • Sociedad de responsabilidad limitada
  • Sociedad laboral
  • Sociedad colectiva
  • Sociedad cooperativa

Y, antes de crear una empresa debes decidir el tipo de sociedad, teniendo en cuenta la cantidad de capital aportado, el número de miembros y las funciones de cada uno, entre otros factores. Pues bien, según la Ley de Sociedades de Capital, las sociedades anónimas y de responsabilidad limitada deben contar con un órgano rector que ejerza las funciones de organización, de tal forma que hablamos de administrador único cuando dicho órgano está formado por una sola persona, frente a la posibilidad de estar compuesto por varios responsables solidarios o mancomuidados. Ahora que ya sabes lo que es un administrador único y su función a la hora de formar una sociedad, es el momento de prestar atención a la responsabilidad que tiene en la empresa.

La responsabilidad del administrador único de una empresa

La figura del administrador único está ligada a una serie de obligaciones que marca la Ley. Y, es importante que, antes de aceptar este cargo, conozcas el alcance de la responsabilidad del administrador único y las consecuencias que podrían sucederse si no cumples con tu deber:

  • Mercantil: si tuvieran lugar concursos de acreedores con culpabilidad, la sociedad respondería ante terceros, pero el administrador debe responder también ante los socios de los posibles daños causados.
  • Civil: en caso de impagos, el administrador único debe actuar como responsable solidario si la situación se ha producido por un acto u omisión por su parte.
  • Penal: cuando el administrador único incentiva actividades ilícitas puede ser sancionado económicamente o incluso ir a la cárcel. Estas medidas podrían aplicarse igualmente si tiene conocimiento de que se están desarrollando estas actividades en su empresa y no avisa a las autoridades.
  • Fiscal: debe responder incluso con sus bienes personales en caso de que la sociedad tenga impagos con Hacienda. En caso de que la sociedad no pueda hacer frente, Agencia Tributaria podría embargar los bienes del administrador único.
  • Laboral: el administrador único es el responsable de los posibles impagos relacionados con la Tesorería General de la Seguridad Social.
  • Societaria: los socios de la empresa pueden solicitar al administrador único que responda económicamente en caso de que piensen que ha actuado contra los intereses generales de la sociedad.

¿Es mejor ser administrador único o solidario?

La decisión de si una empresa debe contar con un administrador único o solidario es muy particular y depende de las circunstancias de cada sociedad. En líneas generales, podemos afirmar que la figura del administrador único simplifica las labores de organización de la empresa, por lo que el funcionamiento de la sociedad suele ser más ágil. Cuando el negocio va viento en popa, es la opción ideal pero si la empresa tiene problemas económicos, la existencia de varios administradores facilita el pago de las deudas, al repartirse la responsabilidad entre todos ellos.

Funciones del administrador único de una sociedad anónima o limitada

Las funciones del administrador único de una sociedad anónima son las mismas que en el caso de que se trate de un administrador único de una sociedad limitada. En todo caso, están recogidas en el texto legal que hemos mencionado y pueden clasificarse en cuatro grandes grupos:

Funciones del administrador único relacionadas con la diligencia

  • Desempeñar el cargo y cumplir la ley.
  • Prestar la dedicación adecuada a la empresa y tomar las medidas necesarias para dirigir y controlar la sociedad de manera correcta.
  • Obtener del resto de los socios la información necesaria para cumplir con su deber.

Funciones del administrador único relacionadas con la discrecionalidad empresarial

  • Tomar decisiones que afecten a la empresa y actuar sin interés personal tras haber recabado la información precisa.

Funciones del administrador único relacionadas con la lealtad

  • Actuar con la finalidad exclusiva para la que se le han concedido sus facultades.
  • Mantener en secreto la información relevante sobre la sociedad, incluso tras haber dejado el cargo, excepto en cuando la ley lo permita o lo solicite.
  • Abstenerse en los acuerdos que puedan tener conflicto de intereses con él o con otras personas vinculadas.
  • Desarrollar sus labores bajo el principio de responsabilidad personal, gozando de libertad de criterio, juicio e independientemente de la relación que pueda tener con terceros.
  • Incluir las medidas precisas para evitar que sus intereses entren en conflicto con el interés social y de sus obligaciones con la empresa.

Funciones del administrador único relacionadas con las situaciones de conflicto

  • Evitar las transacciones con la sociedad, a excepción de las habituales, en condiciones estándar para los clientes y poco relevantes. Es importante que estas transacciones no reflejen una imagen fiel de los resultados de la sociedad, de la situación económica o de su patrimonio.
  • Evitar la utilización de la sociedad o su nombre como administrador para influir en la ejecución de operaciones privadas.
  • Procurar que no se empleen los activos de la empresa para fines privados, incluida la información confidencial.
  • Evitar el aprovechamiento de las oportunidades de negocio de la empresa.
  • Rechazar ventajas o recompensas de terceros a cambio del desarrollo de sus funciones en la sociedad, excepto en el caso de que hablemos de pura cortesía.
  • Evitar el desarrollo de labores por cuenta propia o ajena que le hagan la competencia a la sociedad o que entren en conflicto con el interés de la misma.

¿Vas a ser el administrador único de una empresa? En definitiva, antes de tomar la decisión es importante que te informes de las consecuencias tanto a nivel particular como a nivel de la sociedad, teniendo en cuenta todas las características de la empresa y del entorno.