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El síndrome de alienación parental es un término controvertido. En principio porque en la actualidad no ha sido recogido como síndrome médico. Ni por la OMS ni por la inmensa mayoría de Colegios de Psicólogos del Mundo. Por ejemplo ni la Asociación Americana de Psiquiatría, una de las más prestigiosas del mundo, acepta la existencia de este síndrome como tal. Significa esto que no exista el síndrome de alienación parental o los efectos y acciones que se explican a colación del mismo.

Pues no, que no haya sido aún demostrado con estudios cientificos no significa ni su inexistencia y tampoco su existencia. Es algo complejo, lo que nadie puede negar es la existencia de las relaciones tóxicas. Y hasta donde puede llegar la toxicidad de las mismas es algo complicado de averiguar. De ahí la importancia de un informe psicosocial para dilucidar el asunto de la custodia. Un informe serio y riguroso.

Relaciones tóxicas y rupturas matrimoniales

Las relaciones tienen todas ellas algo en común, las cimientan personas. Las relaciones personales tienen impregnadas nuestras características individuales. En las de pareja cada una de las partes pone algo de si mismo. Dependiendo de nuestra forma de ser e incluso de la otra persona, unos pondrán más o menos. Por eso cuando hablamos de relaciones tóxicas, debemos tener presente que nos enfrentamos a personas tóxicas. Personas que no necesariamente son tóxicas en si mismas, en ocasiones es la relación con el otro las que las vuelve tóxicas. ¿Quién sería una persona tóxica? Toda aquella que en una relación de pareja intimidara al otro. Lo ninguneara o lo desgastase emocionalmente, también el que culpe al otro de todos los males de la pareja…

¿Por qué se inician estas relaciones tóxicas? El desencadenante no es algo fijo o común en todas las relaciones. Los celos, la ambición, e incluso un carácter demasiado competitivo, competitividad mal entendida, puede degenerar en una relación tóxica. Este camino suele tener doble sentido, uno puede empezar la toxicidad pero la otra parte por frustración puede llegar a comportarse causando daño al otro. Se puede generar una dinámica de violencia dentro de la relación, que puede ser psicológica o incluso en el peor de los casos física.

Pueden las relaciones tóxicas de pareja influir en la familia

Por supuesto que sí, mantenemos relaciones personales dentro de la unidad familiar. Las personas tóxicas pueden deteriorar los vínculos del otro con el resto de familiares. Estas situaciones erosionan lógicamente la convivencia. Se generan conflictos que en realidad solo existen en la mente del tóxico. Pero siempre se corre el riesgo de que otros escuchen e incluso den veracidad a las fabulaciones de la persona tóxica. Ahora pensemos en una relación de pareja, con hijos a su cargo. La relación se tensa la toxicidad se esparce por toda ella. ¿Puede llegar a influir en los hijos? Indudablemente los niños no son muebles, son seres humanos en la fase de crear su personalidad. Son altamente influenciables y tienen los sentimientos a flor de piel. Además es complicado que entiendan todo lo que pasa a su alrededor, ¿pueden ser usados como arma arrojadiza contra el otro progenitor?

Síndrome de alienación Parental

El SAP o síndrome de alienación parental es un trastorno que aparece en la niñez. Aunque por lo general aparece en el contexto de una separación y de la consiguiente lucha por la custodia, puede aparecer en contextos en los que no existe posibilidad de ruptura. ¿Cómo crece ese trastorno en el menor? Se produce a raíz de una campaña de un progenitor en contra del otro. El menor a su vez podrá ir incluyendo elementos propios para alejarse del progenitor alienado. Debemos evidenciar que este síndrome no es cuestión de género, como podría parecer, se encuentran casos y situaciones en ambos géneros.

Por pura lógica este concepto de la alienación parental no puede esgrimirse en casos de maltrato o abuso dentro de la unidad familiar. Pues en esos contextos la animadversión hacía el progenitor que los comete es justificada, y no precisa de la mediación de la otra parte.

En España el Consejo del Poder Judicial recomendó no usar el SAP como argumento en una sentencia. Aunque las partes pueden presentar todos los informes que crean necesarios para apoyar sus posiciones. En esos informes realizados por psicólogos podrá indicarse la existencia de síntomas que indiquen la presencia del síndrome en el menor. Es labor del Juez el resolver a la vista de todas las pruebas presentadas la existencia de una campaña de alienación o no. Siempre teniendo presente que el síndrome de alienación parental no está reconocido de forma general. Al tiempo deberá sopesar si el menor tiene o no razones de peso para querer alejarse de uno de los progenitores, y por supuesto si ese alejamiento es o no pernicioso a la larga para el menor.

Manuel Hernández

Fuente: Vilches Abogados

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