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La multinacional Unilever demandó a las entidades Quimi Romar S.L. y Cosmetic Care 3000 S.L., solicitando que se declarara que la fabricación, distribución y comercialización de diversos productos de las demandadas constituían actos de competencia desleal.

Unilever consideraba que la apariencia externa de algunos de los productos comercializados por las demandadas daba lugar a actos de confusión, imitación y explotación de la reputación ajena de sus marcas "Mousel", "Axe" y "Royal Ambree".

Así lo entendió el Juzgado de Mercantil nº 1 de Valencia en su sentencia de 17 de marzo de 2015, en la que, de la comparativa entre los productos en conflicto, infirió que las denominaciones con grafías destacadas de los productos, los colores del envase y las formas utilizadas hacían incurrir fácilmente al consumidor medio en confusión y, por tanto, podían llevarle a tomar una decisión errónea a la hora de comprar.

Las demandadas recurrieron esta sentencia sin éxito, ya que la Audiencia Provincial de Valencia ha confirmado recientemente el pronunciamiento de instancia, ratificando la condena a las demandadas a abonar aproximadamente 120.000 euros a Unilever en concepto de daños por actos de competencia desleal. Además, los envases infractores se cederán con fines humanitarios, en lugar de destruirse, tal y como solicitó Unilever en su demanda.

Las demandadas pueden plantearse ahora si interponer recurso de casación ante el Tribunal Supremo.

Autor: José Antonio Pontijas Sánchez