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Nuevo frente para la banca. Una sentencia en contra de BBVA puede acelerar las demandas de grandes empresas de renovables con pérdidas millonarias en derivados financieros (‘swaps’). Hasta ahora, los juzgados solo anulaban estas desastrosas inversiones en los casos en que el demandante tenía pocos conocimientos y escasa experiencia financiera. La última sentencia abre la puerta a que también recuperen el dinero grandes compañías que entendían el producto, pero que fueron mal asesoradas por su banco.

Así ha ocurrido con BBVA en una sentencia del pasado 8 de enero dictada por el Juzgado número 49 de Madrid, en la que se condena al banco a devolver tres millones a una empresa vallisoletana que pidió siete millones de financiación.

«BBVA tenía la obligación de suministrar al cliente información clara y correcta sobre los posibles costes de cancelación y la forma de calcular el coste de cancelación anticipada del producto litigioso», expone la sentencia. Sin estos datos, añade, «el cliente contrata sin conocer uno de los riesgos más importantes del producto«.

Preguntado por este medio, el banco presidido por Carlos Torres anuncia que recurrirá esta decisión judicial: «BBVA considera que la sentencia no es ajustada a derecho, por lo que procederá a interponer el correspondiente recurso de apelación».

Las dos versiones

El juez compra en su sentencia los argumentos de los demandantes, asesorados por Fieldfisher Jausas. Parte de que la empresa demandante pagó 269.000 euros de comisión al banco en concepto de asesoramiento. Según la compañía y los peritos contratados, dicho asesoramiento nunca llegó, ya que BBVA avisó que la contratación del ‘swap’ era obligatoria con tres días de antelación, y no ofreció otros productos que hubieran interesado más a su cliente, como un CAP, un seguro de tipo de interés con menos riesgo que los ‘swaps’.

BBVA sostuvo en el juicio que el CAP no era un producto adecuado para el demandante, ya que es más caro y exige un pago de capital por adelantado.

Según Jordi Ruiz de Villa, socio de litigación bancaria de Fieldfisher, “esta sentencia centra el foco en las alternativas de cobertura que el banco debió ofrecer y no ofreció, y, por tanto, deja de ser relevante el grado de comprensión del producto por parte del inversor”. Y, añade, “se abre una vía para todas las empresas (incluso inversores cualificados o profesionales) que contrataron ‘project finance’ y a las que se obligó a firmar un ‘swap’ (o collar) sin ofrecer un CAP puedan reclamar una indemnización”.

Esta demanda ha sido financiada por el fondo de litigios Therium Capital, que se encarga de las costas del proceso a cambio de un porcentaje de éxito. Según Ruiz de Villa, el despacho y el fondo tienen en estudio reclamaciones por más de 50 millones en los tribunales, que ejercitarán antes del 7 de octubre ante el riesgo de prescripción.

Los ‘swaps’ de renovables ya han salido caros a la banca, ya que provocaron hace dos años la mayor multa de la CNMC al sector: 91 millones a Santander, Sabadell, BBVA y CaixaBank por pactar precios de estos derivados.