El caso seleccionado esta semana es la de nuestra cliente que ha obtenido la declaración de una incapacidad absoluta por depresión. La trabajadora padece depresión mayor grave y le fue negada la incapacidad en la vía administrativa por lo que tuvimos que recurrir a la vía judicial para obtener el reconocimiento de la incapacidad absoluta por depresión.
El problema
Nuestra cliente solicitó la incapacidad permanente y le vino denegada la pensión por resolución de fecha 15 de noviembre de 2015. Llevaba cobrando la ayuda del PIRMI desde febrero de ese mismo año. Estaba diagnosticada de trastorno depresivo mayor grave ya desde 2013 sin que su evolución fuera favorable. No se veía capaz de realizar su antiguo trabajo de recepcionista, ni tampoco ningún otro debido a su enfermedad psiquiátrico. La denegación fue un palo muy duro porque no se esperaba que le denegaran en su estado.
No estuvo de acuerdo con la resolución y decidió contratarnos. La resolución era manifiestamente injusta e interpusimos un recurso.
La Seguridad Social tras estudiar nuestro recurso decidió desestimar el recurso.
Demanda judicial de incapacidad
Presentamos la demanda de incapacidad permanente. El motivo de denegación fue que no se aportaban pruebas médicas que desvirtuaran la valoración del ICAMS. De la demanda conoció el Juzgado de lo Social nº 7 de Barcelona.
Solución: Sentencia favorable
¡Eureka! La Magistrada nos dio la razón. En la sentencia se argumenta lo siguiente: “Se suceden los informes de especialista psiquiatra, del sistema público de salud, que deberán prevalecer, incompatible el diagnóstico DEPRESION MAYOR RECURRENTE GRAVE con cualquier tipo de oficio. En definitiva, procede estimar la demanda.”.
Te adjuntamos la sentencia para examen:
