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El pasado lunes, la Agencia Federal de Aviación de los Estados Unidos (FAA en sus siglas inglesas) presentó el Borrador de Enmienda a la normativa aplicable a vuelos de drones sobre personas (en inglés, Operation of Small Unmanned Aircraft Systems over People). Este borrador se enmarca en una estrategia de la FAA que pretende incentivar el uso de drones dado que se pronosticó que en 2020 siete millones de drones operarán solo en EE.UU.

Desde junio de 2016, los vuelos nocturnos de drones y los vuelos sobre áreas urbanizadas están prohibidos salvo autorización expresa de la FAA en virtud de la Parte 107 del Código de Regulaciones Federales (relativa a drones). Se calcula que, desde entonces, de unas 3400 autorizaciones solicitadas, se han concedido 1233 sin que se haya reportado accidente alguno.

Es en atención a ello que la FAA ha propuesto cambiar la regulación y es que, de aprobarse el borrador, se admitirá, por un lado, el vuelo nocturno de drones y, por otro, el vuelo sobre áreas urbanizadas sin necesidad de autorizaciones expresas siempre que se cumplan una serie de requisitos.

En ambos casos, solo se permitirá el vuelo de drones a pilotos profesionales. Concretamente, para poder llevar a cabo vuelos nocturnos se requerirá tener una habilitación específica para ello, que se podrá obtener realizando un curso teórico y práctico, así como instalar un dispositivo lumínico anticolisión que permita que el dron sea visto a unos 5 km de distancia.

Para poder llevar a cabo vuelos sobre zonas urbanizadas, en cambio, se ha propuesto la creación de categorías: una por la que se permitirá el vuelo libre siempre que el dron pese menos de 25 quilos y otras, para drones que superen ese límite y que, por tanto, supongan un mayor riesgo de lesiones para las personas. En estos casos, para poder volar, se requerirá que el productor del dron pueda probar que, en caso de colisión con una persona, el daño que se produciría no sería de carácter grave.

Asimismo, la FAA tiene como objetivo la integración de los drones en el espacio aéreo nacional. Para ello, ha anunciado un programa piloto de gestión del tráfico de drones que dará inicio en septiembre de 2019 y se centrará en cuestiones como la planificación de vuelos, las comunicaciones o los servicios meteorológicos, entre otras. Para su desarrollo cuentan con la colaboración de la NASA que se encargó del diseño del mismo.

Todo apunta a que la aprobación del texto será clave en la consecución de los objetivos propuestos por la FAA, sin limitar la capacidad creativa de los diseñadores de drones, que cuentan con un amplio margen de actuación para seguir cumpliendo con los requisitos expuestos en el desempeño de su profesión.

Albert Agustinoy Socio

Esther Ballesteros Graduada