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Los millennials forman parte de una generación que está empezando a rentabilizar sus virtudes en el mundo laboral. A grandes rasgos,integra a quienes nacieron a principios de los años 80 del siglo pasado y sus miembros destacan por haber crecido en unos contextos de creciente uso de las nuevas tecnologías. Aunque, de pequeños, tampoco podían prever la revolución que supondría la popularización de Internet, lo que hace que valoren, en su justa medida, este importante avance. Los millennials se caracterizan por su gusto por la inmediatez, el cual tiene mucho que ver con la cultura de la imagen transmitida en tiempo real. Sin embargo, esa predilección por el “aquí y ahora” no ha de hacer que los veamos como seres egoístas. Nada más lejos de la realidad, como podrás comprobar en las siguientes líneas. Los millennials no se recluyen en sí mismos ni sus zonas de confort, sino que son los actuales impulsores de una nueva cultura de las cooperativas y la economía social.

Sin lugar a dudas, estamos en la era de los millennials y su manera de ver el mundo va a provocar cambios sustanciales. Por eso, te invitamos a que repases con nosotros los rasgos más característicos de esta generación, la cual está empezando a dar sus frutos más relevantes.

Los seis rasgos que definen a la generación millennial

Ahí van seis características clave de los millennials que nos sugiere Jason Haber, una referencia en el mundo de los emprendedores y la economía social.

1. Colaborativos

Frente al carácter pasota e individualista que se ha achacado a generaciones anteriores, como la X y su pesimismo característico, los millennials están acostumbrados a trabajar en equipo y sacan partido a compartir recursos y habilidades. De hecho, ellos han puesto de moda el coworking y la posibilidad de trabajar en salas abiertas y sin separaciones, en los que no solo los departamentos, sino también empresas distintas, pueden compartir espacios e ideas. El ideal de co-creación está presente en su filosofía vital y laboral. Incluso, están detrás de algunas de las empresas de economía colaborativa más exitosas del presente, tales como BlaBlaCar. Por último, los millennials no se cierran en banda con los productos o servicios que lanzan al mercado y, en su afán colaborativo, consideran que estos no están completos hasta que los clientes les han hecho llegar sus críticas.

2. Éxito académico

Los millennials son miembros de la generación más preparada de la Historia. Dan una gran importancia a sus estudios y se esfuerzan por conseguir buenos resultados en ellos. En este aspecto, rompen con los prejuicios de fracaso escolar que azotaron a las generaciones anteriores, X e Y; e, incluso, a nuestra versión patria, la que conocimos como Generación Ni-Ni. Los millennials conceden una relevancia especial a los estudios superiores y saben que son las llaves para alcanzar, a posteriori, el éxito laboral. Según las cifras que nos ha facilitado Jason Haber, el 94% de ellos considera fundamental la enseñanza universitaria.

3. Mentalidad empresarial

Pero los millennials no se quedan estancados en su formación académica. No quieren (sobre todo, en Estados Unidos) que esta formación se convierta en lo que hemos denominado, despectivamente, sobreformación. Por lo tanto, la mentalidad empresarial está presente en ellos como lo estuvo en el espíritu fundacional del capitalismo norteamericano. Es una especie de horizonte moral en su vida y la manera de rentabilizar tantos años estudiando.

Por lo tanto, no ha de extrañarte que, a día de hoy, los millennials ya se hayan convertido en la primera fuerza de trabajo de Estados Unidos. 53,5 millones de ellos ya se han insertado plenamente en el mundo laboral. Y esto es solo la punta del icerberg, ya que tenemos previsiones relativas a que, dentro de una década, constituirán el 75% de la masa laboral estadounidense.

Los millennials lo tienen claro: quieren trabajar y, si es posible, quieren ser los dueños de su trabajo. De hecho, según datos de la Universidad de Bentley, un 67% apuesta por el autoempleo. Y es que los millennials han analizado los problemas que afectaron a los trabajadores de las generaciones precedentes y han tomado buena nota. Por ejemplo, destacamos su aversión a la burocracia.

4. Protegidos

Los millennials han tenido una infancia e, incluso, una adolescencia marcadas por la protección. Una protección que, en ocasiones, se ha convertido en sobreprotección. Como si sus padres hubieran sido unos helicópteros que han estado sobrevolando sobre ellos durante todo el tiempo. Esto no los ha hecho más vulnerables, sino que les ha servido para saber calcular los riesgos a los que se enfrentan y tomar decisiones en las que se tienen en cuenta las precauciones.

El control paterno sobre sus horas de juego o los consejos relativos a que llevaran casco cuando usaran la bicicleta son instrucciones que, aplicadas posteriormente a los negocios, surten efectos positivos. Los millennials han sido, desde la Segunda Guerra Mundial, los primeros miembros de una generación que han tenido una relación tan positiva con sus padres. Lejos quedan, por consiguiente, las tendencias revolucionarias y contestatarias, política o estéticamente, de otras generaciones.

5. Interconectados

Pero, seguramente, la seña de identidad que mejor define a los millennials es la interconexión que han logrado gracias a los nuevas tecnologías de la comunicación. Y es que los millennials tienen un dominio de determinados dispositivos de comunicación que nunca hubieran soñado sus predecesores. No tienen problemas en usar, indistintamente, distintos canales de transmisión de datos: ordenadores, smartphones y tablets. La gran revolución provino de la democratización de Internet y esta ha convertido la inmediatez en un requisito. Al hilo de ella, la primacía de la imagen también les sirve para optimizar los procesos comunicativos.

6. Responsables

Frente a los vicios y abandonos de la Generación X, la cual fue objeto de míticas películas durante los pasados 90, los millennials han aprendido de los errores y saben qué es lo más beneficioso para su cuerpo y mente. No en vano, lastres como el consumo de drogas o las deudas de las tarjetas de crédito están siendo mejor controlados por los millennials que por las generaciones precedentes