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Firma y rúbrica no son lo mismo, aunque esta es una confusión muy generalizada. De hecho, son muchos los que usan estas dos palabras como sinónimos, cuando no lo son. Es importante aclarar la diferencia entre firma y rubrica porque no se trata de un mero matiz lingüístico, sino que puede tener repercusiones legales.

Probablemente, con la generalización de la firma electrónica o digital, la diferencia entre firma y rubrica deje de ser materia de interés, ya que desaparece el problema de autentificación que puede originar. Al menos en lo que se refiere a la validación de documentos y contratos. Los formatos informatizados trabajan con algoritmos y claves electrónicas aleatorios en los que no interviene el propietario de la firma. Pero, mientras se mantenga y predomine la versión autógrafa, sí hay que saber bien de qué hablamos.

Distintas realidades según países y culturas

Una firma es mucho más que el acto de estampar un garabato en un papel, es nuestra identificación legal. Y, si nos ceñimos al papel que ha jugado en la historia, hay que constatar que su relevancia y el concepto mismo de firma ha ido evolucionando con los tiempos. Tal y como la concebimos hoy en Europa es un acontecimiento reciente. Es en el siglo XV cuando se le confiere esa triple función de identificación, declaración y probación.

Y estamos refiriéndonos a la firma, es decir, al texto con tu nombre y apellidos mediante el que te identificas legalmente. Por su parte, la rúbrica es el garabato o decorado con el que complementan algunas personas su firma. Pero, su aportación no es meramente decorativa porque sirve para complicar una posible falsificación.

En todo caso, esta diferencia entre firma y rúbrica, que a menudo se ignora, es trascendental. Y es que, en numerosos países solo se reconoce la firma y, además debe ser legible. Incluso, los hay que solo admiten la que ha sido verificada por un notario.

Los matices que aporta en grafología la diferencia entre firma y rubrica

En más de una ocasión hemos indicado que la Grafología no es una especie de ciencia adivinatoria que elucubra sobre quienes somos. Un grafólogo realiza un estudio riguroso y serio, basado en datos corroborados científicamente, que permiten detectar ciertos rasgos generales del carácter de una persona.

En esta línea, para los estudios grafológicos, la diferencia entre firma y rúbrica no es sustancial. El interés se centra en todos los datos concretos que aporta cada una de ellas al análisis grafológico:

  • De la firma se estudia si incorpora nombre y apellido. Y, en su caso, el protagonismo que se da a cada uno, tanto en el tamaño como en el plano en el que se ubican. También el uso de iniciales.
  • En la rúbrica lo determinante son sus dimensiones y complejidad, su colocación respecto a la firma y cómo interfieren en esta (si la envuelve, la tacha o la hace ilegible).

En Peritos Calígrafos Judicial incorporamos la diferencia entre firma y rúbrica entre los elementos que analizamos en nuestros informes periciales. Y la conjunción o no de ambas, como hemos visto, es un detalle que aporta mucha información a nuestros estudios psicografológicos. Visita nuestra web, para conocer la amplitud de los servicios que te proponemos.

Fuente: Peritos Calígrafos Judiciales

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