Tras la crisis económica de 2007, las dificultades de acceder al crédito se incrementaron. Los emprendedores ya no podían conseguir financiación para sus proyectos con la misma facilidad que antes y escoger qué negocio montar con recursos externos era cada vez más difícil.
Frente a esta problemática, entre las tendencias de negocios un nuevo concepto surgió en Estados Unidos y se extendió a Europa y nuestro país: el bootstrapping.
El bootstrapping financiero es el método mediante el cual se crea una empresa sin ningún tipo de inversión externa. Se utilizan los propios recursos generados por la empresa para ir mejorando la misma poco a poco. En cierta manera, estamos también ante una fórmula más tradicional, en el que es el propio producto o servicio lo que va generando poco a poco el valor de la compañía.
En la actualidad, gracias a Internet, existen muchas tipologías de compañías para los que el bootstrapping o creación de negocios sin inversión es ideal. Un ejemplo claro lo tenemos en los e-commerce o tiendas de comercio electrónico. Gracias a marketplaces como eBay o Amazon ni siquiera necesitamos una página web para vender los productos que fabriquemos de forma online. Una vez tengas en cuenta los requisitos para constituir una empresa, valora si puedes sumarte al bootstrapping. ¿Cuáles son sus ventajas e inconvenientes?
Esta técnica tiene grandes ventajas que destacar, si bien la principal es que evita el endeudamiento. Si la empresa logra mantenerse con lo que genera, es que hemos ideado un negocio que realmente funciona y que podrá mantenerse en el tiempo.
Además, permite a su creador tener el control absoluto de la compañía, sin tener que ceder participaciones de la misma a cambio de inversión. También se trata de una técnica que fomenta el aprendizaje y la creatividad, ya que los recursos económicos serán más limitados y la compañía requerirá de estrategias novedosas para poder competir y alcanzar una posición de éxito.
Con el bootstrapping se consigue una mayor focalización en lo importante. Una vez que queramos dar el salto y buscar financiación habremos demostrado a los probables inversores que tenemos una idea de negocio que funciona y que se ha mantenido por sí misma.
Por otra parte, crear una empresa sin inversión con el bootstrapping también tiene algunos inconvenientes que debemos mencionar.
El principal es que hay que centrarse desde el principio en generar ingresos, más allá de perfeccionar el producto o servicio, que pasará a un segundo plano hasta que la supervivencia esté asegurada.
Con esta técnica el crecimiento será lento y no tendremos mucho margen si nos equivocamos. Conforme vayamos consiguiendo ingresos en estos negocios rentables sin inversión habrá que destinarlos en su totalidad para ir mejorando nuestra empresa, dejando siempre un fondo de emergencia para posibles incidencias.
Igualmente hay que señalar que iniciar una actividad económica nunca es gratuito. Para la constitución de una sociedad limitada, necesitaremos un capital mínimo de 3.000€. Una opción más económica es comenzar como trabajadores autónomos hasta que alcancemos un nivel de facturación que nos permita dar el salto a la S.L.
