El fabricante danés de aerogeneradores Vestas, tras más de una década en el mercado de la energía eólica en España, prepara el cierre de su factoría en Villadangos del Páramo (León).Vestas tiene como principal línea de negocio el desarrollo, fabricación, venta y mantenimiento de tecnología eólica, actividad que viene desempeñando con rigurosidad y con una experiencia de más de 110 años en el mercado. Lo cierto es que la empresa de energía eólica danesa vincula el cierre de la planta en Villadangos del Páramo (León), a las nuevas tendencias de producción a nivel global con China, India y Sur América, ganando cada vez más protagonismo y a la desaceleración de la demanda de aerogeneradores a nivel europeo por el crecimiento de la energía solar.
La Junta de Castilla y León y el Gobierno se oponen al cierre de la empresa, que ha recibido millonarias ayudas de la Administración española, y critican la “deslealtad” del grupo ante esta maniobra y su falta de voluntad de diálogo.
El cierre de dicha planta implicará suprimir unos 370 empleos directos y otros 2.000 indirectos, mientras tiene sobre la mesa más de 90 millones de euros en reclamaciones de la Agencia Tributaria por impuestos de los ejercicios 2006 a 2009.
Para evitar que las empresas que operan en el mercado interior reciban ventajas selectivas que distorsionan la competencia, el TFUE ( Treaty Provisions on State aid – European Commission) contiene una prohibición general de ayuda estatal.
Sin embargo, en algunas circunstancias, la intervención del gobierno es necesaria para que una economía que funcione bien contrarreste las deficiencias del mercado. El TFUE deja margen para una serie de objetivos de política que pueden ser apoyados mediante ayuda estatal y se consideran compatibles con el mercado interior. La Comisión es responsable de hacer cumplir las normas de la UE sobre ayudas estatales, principalmente la Dirección General (DG) de Competencia.
Los Estados miembros deben esperar la decisión de la Comisión antes de que puedan poner en práctica la medida. Hay algunas excepciones a la notificación obligatoria, por ejemplo:
La Comisión Europea, el 10 de noviembre del 2017, publicó un comunicado de prensa donde señaló que ha encontrado que el plan español de apoyo a la generación de electricidad a partir de fuentes de energía renovables, la cogeneración de alta eficiencia de calor y energía y los residuos está en línea con las normas de la UE sobre ayudas estatales. El plan favorecerá los objetivos energéticos y climáticos de la UE al tiempo que preservará la competencia.
Como ya se expuso, estas ayudas estatales recibidas por Vestas por parte de la Junta de Castilla y León y por el Ministerio de Economía y Hacienda, cofinanciado con Fondos de la Unión Europea, son consideradas compatibles con las regulaciones estipuladas por la Comisión Europea.
El último tramo de esas subvenciones lo cobró en septiembre pasado. El 28 de septiembre de 2017 la sociedad recibió de la Subdirección General de Incentivos Regionales el pago del importe de 5.868.228 euros correspondientes a la subvención que la sociedad había solicitado y menos de un año después, ha decidido echar el cierre para, asegura, mantener la competitividad de la compañía en un mercado que está en constante evolución.
Si bien podría considerarse legal que se retire del mercado después de haber recibido dichas ayudas, el cierre de la planta del grupo en León ha movilizado al Gobierno central y a la Junta de Castilla y León, que han pedido a la empresa que considere su posición. Ambos han criticado la “deslealtad institucional” de la multinacional por presentar el ERE de extinción de empleo justo antes de reunirse con las Administraciones y cerrar una instalación fabril que ha recibido millones de euros en ayudas públicas que ya no pueden reclamarse.
Según reveló la consejera de Economía y Hacienda de la Junta, Pilar del Olmo, la empresa tenía el cierre “muy bien estudiado”, porque ha esperado a que, en junio pasado, expirase el plazo para devolver las millonarias ayudas estatales que la planta recibió de los Gobiernos central y autonómico, presentando el ERE justo antes de reunirse con las Administraciones, que ha hoy en día ya no pueden reclamarse o recuperarse.
Esto respaldado en la Ley 38/2003, de 17 de noviembre, General de Subvenciones articulo 39 sobre la prescripción para reclamar el reintegro de las subvenciones concedidas.
Artículo 39. Prescripción.
La producción se trasladará a China, India y Argentina y las plantas europeas van a decaer y llegará el momento en que desaparezcan”, pronostica Francisco Romero, secretario general de UGT-FICA León, que, desde la “prudencia”, todavía mantiene “un hilo de esperanza” para que se logre evitar la desaparición de la planta leonesa.
Pero la gran pregunta es, ¿qué motiva a las multinacionales, en este caso Vestas, a llevarse las plantas de producción fuera de España a países fuera de la Unión Europea?
La deslocalización se produce fundamentalmente para abaratar costes. Entonces, los costes, al deslocalizar tanto los procesos como las empresas, se producen o se abaratan más en países en vías de desarrollo. Por el mismo trabajo que se hace en España, en China, India o América Latina, un empleado cobra cinco veces menos. Es una de las principales razones que llevan a las multinacionales a llevarse su producción a otro país. La mayoría de las multinacionales que deslocalizan sus plantas, quieren obtener así ventajas fiscales y salariales.
Menores costes laborales, pero también mejores condiciones fiscales y logísticas y la búsqueda de mayor competitividad, son el escaparate y las principales razones por las que las empresas se deslocalizan por fuera de la Unión Europea donde la mano de obra es mucho más costosa. Los mismos argumentos que motivaron su llegada a España hace más de dos décadas. Las empresas buscan países donde obtener el máximo beneficio al menor coste.
En relación con este tema es necesario aclarar que Vestas Wind Systems A/S dispone de plantas situadas en otros países de la como Dinamarca, Alemania, Italia, Rumanía, Suecia, y Noruega, cuya producción entonces podrá importarse libremente a España.
Sobre este entendido el cierre de la planta en España implicaría un tema de importaciones dentro de la UE ya que Vestas cuenta con diversas plantas en países comunitarios donde hay libre comercio y donde las transacciones son libres de aranceles o cualquier tipo de impuesto. Aunque Vestas quiera llevar su planta fuera de la UE, esto no quiere decir que se tenga que importar los servicios o productos desde fuera, ya que como se ha explicado, podrá seguir habiendo una libre circulación de bienes y servicios de la empresa como proveedora dentro del territorio ya que cuenta con diversas plantas en países comunitarios. Ahora bien, si llegara a presentarse el caso que tendría que importarse algún producto de plantas situadas por fuera de la UE, aquí sí tendrá que pagar un valor arancelario mas elevado para traerlo dentro de Europa, siempre revisando y respetando los tratados de libre comercio que puedan existir entre el país exportador y el país importador. Sin embargo, este no es en absoluto la intención de Vestas, ya que según ha expresado la intención de llevarse la plata fuera de España, es para reducir costos en mano de obra y así poder abastecer el mercado local en China.
Es inevitable pensar que la decisión de la deslocalización de Vestas fuera de la UE se debe principalmente a la falta de una política energética dentro del país. Igual que pasa con la educación y la política exterior, en vez de ser una cuestión de Estado, los gobiernos actúan anteponiendo la ideología de cada uno en vez de los intereses del país y esto, una vez más, se ve reflejado en materia energética. Como si tener un tejido productivo sólido, unas relaciones internacionales estables y un sistema educativo a la cabeza de Europa pudiera estar por encima de intereses partidistas.
Es innegable afirmar que la mayoría de los políticos asocian las energías renovables, como tantas otras cosas en España, a una ideología. Como si los aerogeneradores y las placas solares fueran de izquierda. España es el país del mundo que más pleitos tiene de arbitraje internacional por este tema. Los inversores internacionales le reclamaron al Gobierno de Rajoy más 7.500 millones de euros por recortes de primas a las renovables en una treintena de pleitos, lo cual no es un panorama atractivo para inversores extranjeros.
Para que las plantas de fabricación de aerogeneradores sean verdaderamente competitivas hace falta una demanda local atractiva, no pueden confiarlo todo a la exportación. Lo cierto es que Vestas, se instaló en España un año después de que el país prometiera apostar por las renovables. En 2005, España apostaba por abanderar la transición energética y cinco años más tarde cambió por completo su criterio. Llegó la crisis y con ella la moratoria verde a las renovables y el impuesto al sol. Esto sin duda, no parece la mejor receta para lograr credibilidad internacional.
No deberíamos olvidar que la inexistencia de un mercado local estable no favorece que haya un tejido industrial y, por tanto, de empleo estable en el sector. Las renovables ya no necesitan subvenciones para ser rentables y podrían ser uno de los motores con más futuro de la regeneración económica”.
En conclusión, no puede ser que España active un sector, lo pare cinco años después y luego lo quiera reactivar en dos meses. Para que se pueda crear un tejido industrial estable, especialmente necesario sobre todo en comarcas como León estratégicas en la transición energética, hacen falta inspirar confianza en el mercado local. Una manifestación masiva recorre las calles de León y la entrada principal a la planta para reclamarle a la empresa que no abandone Villadangos. Ha sido respaldada por los principales partidos políticos y grupos sindicales, solo hace falta que ese frente común sirva también para acordar una política energética de Estado que no dependa de las oscilaciones políticas.