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Puede que hayas oído hablar de empresas que facturan por ti y hayas sentido la tentación de aprovecharte de éstas. Al terminar de leer este artículo es muy posible que cambies de opinión.

Lo que en un principio nació como una fórmula para ayudar a facturar a personas que tenían actividad económica de forma muy circunstancial, se ha popularizado y ha hecho que la Inspección de Trabajo se dedique a comprobar si realmente estamos trabajando en la cooperativa o, por el contrario, estamos cometiendo un delito de fraude.

Cuando hablamos de empresas que facturan por ti hablamos de cooperativas de trabajo asociado que permiten que, por un porcentaje de tus ingresos, entre el 3 y el 8%, realices tus facturas a través de la misma. Ellos te dan de alta en la Seguridad Social según tus ingresos y realizan el pago del IRPF, generalmente el mínimo, un 2%. Además, al tratarse de una cooperativa, también te cobrarán el Impuesto de Sociedades, un 10% del total que factures, aunque ese porcentaje se devolverá al final del ejercicio.

Riesgos de facturar con una empresa o cooperativa

Desde el año 2017, han cerrado varias de estas cooperativas como Factoo, que llegó a tener 16.000 socios y facturar más de 3 millones de euros al año. Además, muchos de sus trabajadores han visto cómo eran multados y debían pagar todas las mensualidades pendientes de la cuota de la Seguridad Social más los intereses correspondientes a la Administración.

Estas multas se han hecho comunes en personas que han facturado a partir de 15.000€ anuales con una de estas empresas.

Igualmente, al darse de alta en días sueltos después del servicio, las mismas altas podrían anularse por la Inspección de Trabajo.

Además, hay que tener en cuenta que al usar empresas que facturan por ti, no se tienen ninguna de las prestaciones sociales de las que podemos disfrutar si somos autónomos. Hay que señalar, además, que, tras la última reforma, las prestaciones se han ampliado aún más con la cuota mínima.

Por último, tenemos que saber que facturar con una empresa solo salía rentable en casos de pagar la cuota completa y no superar un mínimo de facturación. Sin embargo, si facturamos más de 15.000€ o nos podemos acoger a las diferentes reducciones en la cuota como la tarifa plana de 60€, disponible en Madrid los dos primeros meses de actividad, es mucho más rentable ser autónomo.

Ser autónomo y cumplir la ley

Al final, lo mejor si tenemos actividad económica es darnos de alta como autónomo y cumplir la legislación vigente. De esta manera evitamos posibles multas y cotizamos todos los días en los que estemos trabajando, cubriéndonos en caso de accidente laboral o consiguiendo nuestra prestación por desempleo.

En realidad, darse de alta como autónomo no es un proceso duro ni especialmente complejo. En Anta Consulting contamos con expertos que te explicarán y asesorarán de forma personalizada como darse de alta y todos los trámites que hay que realizar.

Se trata de un proceso cada vez más simplificado que se puede realizar completamente de forma telemática y que te permitirá crecer como profesional sin ningún tipo de riesgo que pueda tirar por tierra todo el trabajo duro que hayas realizado.