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El futuro más próximo vaticina un nuevo cambio generacional en el cual las E-Commerce y la manera de vender serán protagonistas, pues cada vez son más consumidores los que adquieren productos y/o servicios a través de internet. Por ello, las marcas, los productos y las sociedades han de estar presentes en la red pero siempbre sin obviar adaptarse constantemente a las necesidades legales que se imponen.

Si preguntáramos al consumidor ¿Cuando accede a una website con e-commerce para efectuar una compra es consciente que está suministrando datos personales (nombre, apellidos, email, teléfono, número de tarjeta de crédito, entidad bancaria, etc…) y el uso, adecuado o no, que se hace de los mismos? ¿Cumplen las e-commerce con todas las exigencias legales para que sus datos estén protegidos? Probablemente, la respuesta sería no. La mayoría de los internautas brinda excesiva información personal, sin ser conscientes que estas plataformas pueden hacer uso de sus datos para muchas más finalidades, como venderlos, incorporarlos en una base de datos externa u obtener algún rendimiento económico.

Para mitigar estas acciones, desde su entrada en vigor, el RGPD es de obligado cumplimiento para cualquier negocio online que maneje datos de sus usuarios, aunque el mismo esté domiciliado fuera de la Unión Europea. El Reglamento deja claro, entre otras exigencias, que no se pueden enviar emails a alguien que no haya dado su consentimiento expreso; que es ilegal no facilitar a los usuarios sus datos personales si estos son solicitados o, que queda prohibido enviar mensajes a través del teléfono móvil si no se ha requerido previamente.

Para corroborar que las website se adecuan a la normativa vigente las tiendas online han de adaptar sus formularios, suprimiendo todos los opt-ins automáticos; han de tener actualizadas su política de privacidad, cookies y aviso legal; especificar quién, además del responsable que trate los datos personales, tiene acceso a ellos, así como informar sobre la finalidad que se van a dar a los datos tomados a través de la web y durante qué tiempo estos serán guardados.

En cualquier caso, tanto las pequeñas sociedades con e-commerce como los gigantes como Amazon, Facebook, Twitter o Google, han de cumplir escrupulosamente con las exigencias que impone el RGPD. A día de hoy, eluden a diario muchas de estas imposiciones en materia de protección de datos, lo que supone que queden expuestos a importantes sanciones económicas que con la nueva normativa se han acrecentado notablemente.

Citando a Bill Gates “Si tu negocio no está en internet, tu negocio no existe”. Cierto es que la red ofrece una amplísimo abanico de posibilidades de hacer negocio, pero éste, más tarde o más temprano, no prosperará si no cumple con todas las exigencias que la normativa demanda, puesto que las sanciones van a afectar y de qué manera a las cuentas de resultados.

Tania Pérez