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El 20 de marzo la Comisión Europea (“CE”) sancionó a Google con una multa de 1.490 millones de euros por abusar de su posición de dominio en el mercado de la publicidad en línea a través de su servicio AdSense for Search.

AdSense for Search funciona como plataforma y proporciona anuncios de búsqueda a los propietarios de sitios web editores. Google actúa como intermediario entre los anunciantes y los propietarios de sitios web que quieren incluir anuncios para rentabilizar su espacio en los resultados de búsqueda.

La investigación se inició de oficio en 2010 después de recibir múltiples denuncias por parte de plataformas competidoras. Según la Comisión Europea, desde 2006 hasta 2016, AdSense ha sido el operador más fuerte en la intermediación de publicidad en la búsqueda en línea, ostentando una cuota de mercado superior al 85% en el Espacio Económico Europeo durante la mayor parte de este periodo.

La Comisión Europea considera que Google ha llevado a cabo prácticas restrictivas de la competencia a través de acuerdos negociados individualmente con los editores web más importantes desde el punto de vista comercial. Google impuso primero una obligación de suministro en exclusiva y posteriormente una exclusividad más laxa, que denominaba “relajada”.

En concreto, tras revisar los acuerdos de Google con sus clientes la Comisión ha constatado lo siguiente:

  • Google incluyó cláusulas de exclusividad en sus contratos a partir de 2006, prohibiendo a los editores colocar anuncios de búsqueda.
  • A partir de 2009, Google sustituyó estas cláusulas de exclusividad progresivamente por cláusulas “Premium Placement, exigiendo a los editores que reservaran el espacio más rentable de sus páginas de resultados de búsquedas a los anuncios de Google y pidieran un número mínimo de anuncios de Google.
  • Google también incluyó cláusulas por las que se obligaba a los editores a solicitar la aprobación escrita de Google antes de introducir cambios en la forma de mostrar cualquier publicidad de la competencia. Así, Google podía controlar la capacidad de atracción de los anuncios de búsqueda de los competidores y, por tanto, las posibilidades de hacer clic en ellos.

Según la Comisión Europea, estas condiciones no permitían a los rivales competir por sus propios méritos en el mercado, bien porque había la prohibición de aparecer en sitios webs de rivales o bien porque Google tenía reservado el espacio comercial más valioso.

Anunciando la Decisión, la Comisaria de competencia de la UE Margrethe Vestager señaló que “mediante la imposición de restricciones contractuales contrarias a la competencia en sitios web de terceros, Google ha reforzado su dominio en la publicidad de búsqueda en línea y se ha protegido de la presión de la competencia”.

Google suspendió las prácticas ilegales después de que la Comisión le enviara un pliego de cargos relacionado con este asunto en julio de 2016. En cualquier caso, la Decisión le exige cesar la conducta ilícita en la medida en que no lo haya hecho.

Se trata de la tercera sanción que la Comisión impone a Google en apenas dos años, aunque ha sido la más baja (correspondiente al 1,29% de su volumen de negocios en 2018). En junio de 2017, la Comisión Europea impuso a Google una multa de 2.420 millones de euros (correspondiente al 2,86% de su volumen de negocios en 2016), por abusar de su posición dominante como motor de búsqueda y atribuir una ventaja anticompetitiva a su propio servicio de compras comparativas Google Shopping. En julio de 2018, Google fue sancionada de nuevo con una multa de 4.340 millones de euros (correspondiente al 4,62% de su volumen de negocios en 2017), la más alta de la historia que ha impuesto la CE, por abusar de su posición de dominio en el mercado general de búsqueda en Internet. Según la Comisión, Google impuso restricciones ilegales a los fabricantes de dispositivos que usan el sistema Android y a operadores de redes móviles.

Como en las anteriores dos ocasiones, Google ya ha confirmado que va a recurrir la decisión ante los tribunales europeos. El mismo día, el Vicepresidente de asuntos globales de Google, también confirmó que realizará los cambios necesarios para cumplir las exigencias de la Comisión Europea y que introducirán novedades para dotar de más visibilidad a sus competidores.

Además de los 8.250 millones de euros de sanción acumulados a Google en las tres sanciones, en virtud de la Directiva sobre acciones de daños por infracción de la normativa de competencia, la empresa también tendrá que hacer frente a posibles futuras demandas civiles ante los tribunales nacionales por daños y perjuicios por parte de empresas afectadas. Podéis consultar los aspectos más relevantes de la transposición de la Directiva de daños al ordenamiento español en esta entrada del blog.

Podéis acceder a la nota de prensa oficial de la Comisión Europea aquí.