Sus informes pueden ser determinantes en el dictamen de una sentencia, a veces con repercusiones de carácter penal. Ese protagonismo es el que explica la importancia de la profesionalidad y ética de un perito calígrafo. Somos nosotros mismos, como colectivo de expertos quienes más promovemos esa exigencia de garantías.
El intrusismo no es un problema exclusivo de nuestro sector. Pero, más que servirnos de excusa, lo que debe es servirnos como estímulo para promover medidas y actuaciones que refuercen nuestra profesionalidad y ética. En esta línea, estos serían los puntos esenciales en los que los peritos calígrafos tenemos que asentar nuestro proceder.
Nos encontramos ante una ciencia en constante proceso de evolución, en gran medida por las aportaciones y mejoras que la tecnología aporta a la labor del perito calígrafo. Esto hace que nuestra profesionalidad y ética exijan un compromiso de constante y progresiva actualización de los conocimientos y métodos de trabajo que utilizamos.
Además de esa claridad que aplicamos a la teoría, es imprescindible que nuestra profesionalidad y ética se transmita en los detalles más prácticos. Por tanto, es necesario que el cliente que solicita un peritaje caligráfico sepa exactamente qué servicio se le va a prestar y lo que le cuesta cada actuación. ¡Basta de escondernos tras confusos términos para justificar nuestras tarifas! Nada más convincente que un resultado satisfactorio para que un usuario entienda que la calidad tiene un coste y esté dispuesto a pagarlo.
La función de un perito calígrafo es siempre de arbitraje. Nos encontramos ante dos posturas enfrentadas y nuestra tarea es demostrar en cuál de ellas está la verdad. Pero, somos científicos y, por tanto, nuestras conclusiones se basan en un análisis objetivo. La emotividad debe quedar excluida de nuestros informes.
Nos podemos encontrar con situaciones humanamente muy delicadas, en las que no podemos tomar partido como profesionales, sólo aportar conclusiones neutrales e imparciales. También es frecuente que se nos quiera presionar, sobre todo cuando mediamos en cuestiones muy graves o que mueven mucho dinero. La profesionalidad y ética de un perito calígrafo debe ser impecable en este sentido e incluso, si es necesario, tomar medidas legales.
Los peritos calígrafos somos para nuestros clientes una especie de asesores a los que confían documentos y acuerdos comprometidos. Tener acceso a todos los datos que necesitamos para realizar nuestro trabajo con rigor pasa porque tengan la confianza de que haremos un uso correcto de ellos.
Nuestra profesionalidad y ética nos obliga a asegurarles que vamos a utilizarlos estrictamente para ese objetivo de estudio y que, en ningún caso, compartiremos esa información con terceros o nos beneficiaremos de ese conocimiento.
La importancia de la profesionalidad y ética de un perito calígrafo viene marcada por el papel que jugamos en el ámbito de la Justicia. También, por supuesto, cuando intervenimos en conflictos privados. En todos los casos, ganarnos la confianza de nuestros clientes es imprescindible para desarrollar nuestra labor.
