El pasado 10 de febrero, el Consejo de la Unión Europea aprobó finalmente su posición sobre la propuesta de Reglamento sobre la Privacidad y las Comunicaciones Electrónicas (Reglamento ePrivacy). Desde la publicación de la iniciativa legislativa por parte de la Comisión europea en enero de 2017, el Consejo no había sido capaz de acordar un texto en primera lectura para someterlo a escrutinio del Parlamento europeo. Bajo la nueva presidencia portuguesa, los Estados miembros, a través del Consejo, han acordado un mandato de negociación que permitirá iniciar las negociaciones con el Parlamento europeo para alcanzar un texto definitivo.
El Reglamento ePrivacy propone reemplazar la Directiva 2002/58, actualizando sus previsiones tras casi veinte años en vigor y se configura como ley especial en relación con el Reglamento General de Protección de Datos para el ámbito de las comunicaciones electrónicas. Entre otros aspectos regula cuestiones de gran relevancia como el tratamiento de los metadatos de las comunicaciones electrónicas, la utilización de cookies y otros instrumentos de rastreo, o el envío de comunicaciones comerciales.
El nuevo texto que propone el Consejo busca un equilibrio entre la protección de la vida privada y el desarrollo de las nuevas tecnologías. Destacan entre otros puntos:
En cualquier caso, el plazo de entrada en vigor sigue manteniéndose a los veinte días desde su publicación en el Boletín Oficial de la Unión Europea, siendo efectivo dos años después de esa fecha. Por ello, el Reglamento e-Privacy probablemente no llegue a ser plenamente efectivo antes de 2023.
Si bien es pronto para determinar si este nuevo documento tendrá apoyos suficientes para convertirse en la versión final, sin duda supone un avance que seguiremos atentamente en este blog.