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Las circunstancias excepcionales vividas durante el año 2020 han demorado algunas iniciativas en materia de compliance. Pero en 2021 veremos finalmente publicados textos relevantes que conviene conocer bien.

Una de las normas internacionales más esperadas que veremos próximamente es el estándar ISO 37301:2021 sobre sistemas de gestión de compliance. No es sólo la versión certificable de la norma antecesora ISO 19600:2014, ya que incorpora buenas prácticas que se han consolidado desde su publicación y otros aspectos que han demostrado ser clave para una gestión eficaz del compliance: los procesos de empleo (incorporación o promoción de personal), el proceso para el planteamiento de inquietudes y las investigaciones, por ejemplo. Sin embargo, su novedad más relevante es la importancia que otorga a los aspectos de cultura organizativa, los valores que los fundamentan y las conductas en que derivan.

Aunque se convierte en el estándar internacional más actual sobre compliance, satisfacer sus requisitos no equivale a cumplir también los de otros estándares nacionales o internacionales en la materia. Normas específicas, como los estándares ISO 37001:2016 sobre sistemas de gestión anti-soborno o la próxima ISO 37002:2021 sobre sistemas de gestión de whistleblowing lines, incorporán requisitos y directrices especiales por motivo de materia que no figuran en el estándar ISO 37301:2021. Este texto tiene una marcada vocación de coordinación transversal de materias, y no pretende compilar las particularidades de cada una de ellas, centrándose en los aspectos esenciales.

Esta novedad amplía el abanico de opciones a disposición de los profesionales de compliance. Existirán organizaciones que quieran proyectar confianza en la calidad general de su gestión, dotándose de modelos de compliance de amplio espectro basados en la nueva norma ISO 37301:2021. Sin embargo, otras preferirán consolidar su modelo de compliance penal o anti-soborno, en la medida que sea más valorado por los grupos de interés de los mercados en donde opera. En España, aquellas organizaciones que se dotaron de un modelo alineado con el estándar UNE 19601:2017 tendrán la oportunidad de migrar hacia modelos de mayor alcance, igualmente certificables y con marchamo internacional.

La norma ISO 37002:2021 sobre sistemas de gestión de whistleblowing lines, aun no siendo un estándar certificable, gozará también de un protagonismo indiscutible, al amparo de la Directiva Europea de protección al denunciante cuya transposición a derecho nacional debe realizarse antes del 17 de diciembre de 2021. El estándar se publicará antes de esta fecha, facilitando que muchas organizaciones, tanto del sector público como privado, dispongan de un referente global para guiarse. Esto permitirá conjugar las garantías europeas con las mejores prácticas internacionales en materia de canales internos de comunicación y de protección al denunciante.

También durante el año 2021 comenzará la revisión del estándar ISO 37001:2016 sobre sistemas de gestión anti-soborno. Probablemente, no dispondremos de una versión actualizada de esta norma hasta el año 2023 aunque, mientras tanto, se publicará el Handbook oficial de ayuda a la aplicación del texto original.

Todos los estándares ISO sobre compliance orbitan bajo la cifra 37000, que es el numeral asignado al primer estándar sobre gobierno de las organizaciones. Dado que es una evidencia obvia de buen gobierno disponer de modelos de compliance, y estos difícilmente pueden operar en organizaciones con estructuras de gobierno inapropiadas, era lógico fijar un marco general de referencia. Así, por ejemplo, cuando el estándar ISO 37301:2021 cita para su interpretación los principios de buen gobierno, cabrá conocer bien las directrices de la norma ISO 37000. Por este motivo, el impacto de este texto sobre el compliance es mucho mayor del que aparenta.

Muchas son las novedades para este año que iniciamos, que se advierte clave en la evolución del Compliance a nivel internacional.

Alain Casanovas

Socio responsable de Cumplimento Legal. Especialista en modelos de cumplimiento y prevención penal, Alain es socio de KPMG Abogados desde el año 2000. Además de encargarse de la gestión del riesgo de servicios legales en España, participa en iniciativas de normalización nacional e internacional sobre Compliance y dirige varios postgrados universitarios sobre esta materia.