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Cada vez son más los ámbitos en los que se utilizan este tipo de estudios. Sin embargo, solo los realizados por verdaderos profesionales son fiables. Repasamos en qué consiste el proceso de un análisis grafológico. Es interesante que sepas cómo se hace, para detectar si el que te ofrecen tiene carencias.

Rigor y una metodología de trabajo muy precisa: esas son las claves para que un análisis grafológico pueda ser considerado como tal. Su objetivo es establecer un perfil del autor de esa escritura a partir del estudio de tres elementos básicos: el movimiento, el espacio y la forma. Lo vemos en detalle.

Un análisis grafológico clásico

Nos referimos a la fórmula ideal para analizar grafológicamente un manuscrito y que no es otra que estar presentes cuando la persona redacta el texto. Esto permite que los profesionales vean en directo los movimientos involuntarios, la postura y la velocidad y otras características que matizan o corroboran las conclusiones de un análisis grafológico. Una versión actualizada y que es posible gracias a determinadas herramientas tecnológicas es el uso de una videoconferencia para poder observar esos detalles a los que nos hemos referido

También es importante el formato. El texto debe escribirse en un folio blanco para que la inclinación, el respeto de los espacios en blanco o el tamaño de la propia letra no se vean influidos por factores externos. Y, es preferible que se utilice un lápiz porque permite que se compruebe más fácilmente la presión de la escritura. El contenido no debe ser copiado, sino espontáneo y conviene que figure la firma, porque es un elemento muy revelador para un análisis grafológico.

Los factores que dan información a un grafólogo

Como hemos señalado anteriormente, es muy importante que el texto se escriba libremente, sin indicaciones o normas. Y con una cierta premura. No hay que ejercer una presión innecesaria sobre quien está siendo analizado, pero tampoco darle un tiempo ilimitado. Más que nada porque tachaduras, faltas y correcciones proporcionan datos muy interesantes para que el análisis grafológico sea más completo.

También son reveladores los temblores o inseguridades al plasmar la escritura. Que se intente hacer retoques o, por el contrario, que se dejen palabras o frases sin concluir es muy significativo para un profesional de la grafología. Eso sí, por si no lo habíamos destacado, para que todos estos factores aporten información veraz debe trabajarse con originales. Nada de fotocopias o textos digitalizados.

Por supuesto, los rasgos más conocidos que se analizan son la inclinación y dirección de la escritura, la forma, la continuidad y el orden. Finalmente, en un análisis grafológico el estudio de las mayúsculas es muy importante, tanto la grafía como el tamaño y, sobre todo, la proporción con el resto del escrito.

Seguir un correcto proceso en un análisis grafológico es determinante para que sus resultados no alberguen dudas. Ten en cuenta que estos estudios pueden tener repercusión en facetas tan trascendentales de tu vida como encontrar trabajo. En Peritos Calígrafos Judiciales disponemos de herramientas y de experiencia para ofrecerte informes competentes. ¡Solo tienes que consultarnos!

Fuente: Peritos Calígrafos Judiciales

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