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LBO son las siglas de Leveraged Buy-Out que, traducido al español, significa compra «apalancada” o “financiada por terceros”. Es un proceso utilizado en las adquisiciones de empresas a través del apoyo de capital externo que, en mayor o menor medida, complementa a los fondos del comprador para acometer la adquisición de la empresa objetivo. La garantía fundamental de la deuda es la misma empresa que se adquiere, sus activos o los flujos de caja esperados, aunque en función de la liquidez del mercado de deuda, los financiadores exigen otro tipo de garantías.

Un LBO permite al comprador acometer adquisiciones mucho más grandes que las que su tamaño permitiría. El objetivo es facilitar grandes adquisiciones sin tener que comprometer un gran capital propio o sus finanzas corporativas (es decir, su propia capacidad de endeudamiento y su tesorería).

¿Qué parte del precio pagado por la empresa objetivo tiene su origen en recursos propios del comprador y qué parte en endeudamiento? Las proporciones varían cíclicamente. Se ha llegado a utilizar una proporción del 90% de la deuda al 10% del capital, aunque hoy en día estas proporciones son impensables y se consideran demasiado arriesgadas. Evidentemente, con mayor apalancamiento, mayor es la rentabilidad sobre los fondos propios invertidos por el comprador en la adquisición (return on equity, o ROE, más alto). Y por supuesto el límite es la capacidad de devolver la deuda de terceros, que al fin y al cabo saldrá de la empresa comprada, de una forma u otra.

Un LBO puede proporcionar tamaño y posición competitiva, de forma relativamente rápida, a un comprador que esté en el mismo sector de la empresa comprada, con las consiguientes economías de escala y mejora de posición competitiva. Los grupos netamente compradores (grandes grupos empresariales, conglomerados, casas de private equity, etc.) utilizan recurrentemente el LBO para ejecutar compras de empresas.

A la hora de plantearse un LBO, se tendrá en cuenta:

  • Las deudas existentes en la compañía objetivo
  • El historial de flujos de caja estables y recurrentes
  • Los activos que pueden ser garantía de la deuda
  • La posibilidad de los nuevos gestores o management para realizar mejoras operativas y aumentar los flujos de efectivo
  • Las condiciones del mercado y las percepciones que afecten la valoración o precio de las acciones.

Si son los propios directivos de la empresa quienes adquieren la compañía, el LBO es entonces un MBO, un Management Buy-Out. En otras palabras, una adquisición apalancada en la que los directivos de la compañía, con el apoyo financiero de un private equity, por ejemplo, compran la propia empresa en la que trabajan a los propietarios de los cuales dependían hasta ese momento.

También existe en llamado management buy-in, o MBO, en el cual un grupo de profesionales con experiencia e historial de éxito en un sector, localizan una empresa interesante para comprar, convencen a un private equity para acompañarlos en la compra y sustituyen a los directivos de la empresa adquirida, pilotando en adelante la empresa adquirida.

Jordi Blasco

Socio Ars Legal