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No existe un único documento para dejar repartidos legalmente nuestros bienes cuando fallecemos. De todas las modalidades, el caso del testamento ológrafo es especialmente paradigmático porque, aunque se supone que es un garantía frente a la falsificación, esto no es cierto. Por suerte, los peritos calígrafos tenemos herramientas para confirmar la autenticidad de estos documentos. Profundizamos en este interesante tema.

Los tribunales están llenos de pleitos por asuntos relacionados con las herencias. Incluso, cuando hay por medio un testamento ológrafo. Por cierto, conviene siempre redactarlos bajo el asesoramiento de un abogado porque, aunque se ratifique la autoría, puede estar plagado de términos erróneos que acaben invalidándolo legalmente .

¿Qué es un testamento ológrafo?

Primero, conviene delimitar a qué nos referimos cuando hablamos de un testamento ológrafo. Se trata del documento en el que el testador redacta de su puño y letra todo el contenido. Es decir, es un testamento manuscrito por la persona que va a legar sus bienes. Sin embargo, para que sea reconocido, tiene que responder a determinados requisitos y respetar unos criterios de forma:

  • El testador tiene que ser una persona que ha cumplido la mayoría de edad.
  • El testador tiene que saber leer y escribir. Este requisito no es baladí, es la manera de garantizar que el individuo que reparte sus bienes sabe lo que está haciendo.
  • Debe firmarse al finalizar de escribirse. La idea es que no pueda añadirse ningún texto después. Si esto sucede, es necesario volver a firmar.
  • Tiene que estar fechado. Se trata de poder garantizar, en el supuesto de que aparezcan varios testamentos, cuál es el que se hizo más tarde y, por tanto, el que invalida a los anteriores.
  • Los extranjeros tienen que realizar el testamento ológrafo en su lengua materna
  • El texto debe dejar bien claro que se redacta con la voluntad de hacer testamento. La forma física no tiene trascendencia, un testamento ológrafo puede ser una carta sin problema, siempre que el contenido refleje ese interés del autor de legar sus bienes.

Los mecanismos para detectar su falsificación

El proceso para reconocer un testamento ológrafo es un poco más complejo. Una vez se confirma el fallecimiento del testador, la persona que tenga conocimiento de la existencia del documento o directamente lo haya guardado, debe presentarlo ante el juez que, como primer paso, rubricará todas las páginas. Después, citará a tres testigos que conozcan la letra y firma del fallecido.

Y, es en este punto en el que entra en juego el perito calígrafo. Será el momento de realizar el análisis comparativo de la letra del testamento ológrafo, usando los mecanismos procedentes, como la cotejación con documentos dubitados e indubitados. También, el estudio del papel, la tinta y todos los elementos físicos para confirmar que se escribió todo en el mismo momento, que no hay correcciones o añadidos posteriores y otros detalles

Efectivamente, hemos comprobado que un testamento ológrafo se puede falsificar, pero también se puede detectar este delito. Eso sí, siempre tienes que recurrir a los profesionales. En Peritos Calígrafos Judicial contamos con los recursos humanos y tecnológicos para ofrecerte este servicio. Tienes toda la información en nuestra web.

Fuente: Peritos Calígrafos Judiciales

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