¿Qué tipos de sociedades hay en España? En las siguientes líneas te explicamos sus características para ayudarte a elegir cuál te conviene. En concreto, nos centraremos en las diferentes clases de sociedades mercantiles
Si vas a emprender un negocio con más personas, lo ideal es crear alguno de los diferentes tipos de sociedades mercantiles que te presentamos a continuación:
Estamos ante el tipo de sociedad más común en nuestro país, ya que sus miembros no tienen que responder con sus bienes personales en caso de haber deudas en la empresa. Es decir, la responsabilidad de los socios es limitada, como su propio nombre indica. Estos son los principales requisitos para su creación:
Es el segundo tipo de sociedad empresarial más utilizado en España. En este caso, el capital se divide en acciones que sí pueden transmitirse libremente, no como ocurre si la sociedad es limitada. Es decir, en el caso de la sociedad anónima, cualquiera de los socios puede vender sus acciones a otra persona sin necesidad de contar con la aprobación de la mayoría. Por otra parte, se caracteriza por la gran cantidad de socios que puede alcanzar. Estos son los requisitos básicos para constituirla:
Esta clase de sociedad tiene un uso prácticamente residual y sus orígenes se remontan a la Edad Media, cuando nacieron las primeras sociedades de mercaderes. Su responsabilidad es ilimitada, lo que quiere decir que cada socio debe responder con su patrimonio personal en caso de que la empresa sufra pérdidas. En la sociedad colectiva los socios invierten capital y además contribuyen con su trabajo y gestión directa en la empresa, pudiendo haber socios industriales, cuya única aportación es el trabajo. Por tanto, la condición de socio no puede transmitirse libremente. Estas son las condiciones para su creación:
La sociedad comanditaria es similar a la colectiva, con la principal diferencia de que en ésta hay dos tipos de socios:
Los requisitos necesarios para su constitución son los mismos que en el caso de la sociedad colectiva.
Como has podido comprobar puedes constituir tanto una sociedad de responsabilidad limitada como una sociedad anónima tú mismo, sin necesidad de contar con más socios en la empresa. Es fácil que te preguntes qué beneficios te puede aportar darte de alta como empresa frente a trabajar como autónomo. Toma nota de los casos en que puede beneficiarte:
¿Vas a crear una empresa? Ahora ya conoces los principales tipos de sociedades y sus características. Como has podido comprobar, las más frecuentes son las sociedades de responsabilidad limitada y las anónimas. Habitualmente las primeras suelen estar constituidas por PYMES o negocios pequeños con la finalidad de realizar un reparto equitativo de gastos e ingresos entre los distintos socios de la empresa. Muchas empresas familiares suelen ser sociedades de responsabilidad limitada, por ejemplo. En cambio, los negocios de gran envergadura suelen acogerte al título de sociedad anónima, habitualmente empresas que pueden cotizar en bolsa y estar abiertas al mercado bursátil.