Siempre es tiempo de emprender. Con independencia de si corren tiempos de crisis o de bonanza económica, las oportunidades para abrirte camino y crear tu propia empresa se presentan regularmente. Los trenes pasan. Otra cosa es que se quieran o se puedan coger. En este sentido, y siguiendo con el símil ferroviario, conviene estar en la estación adecuada, en una franja horaria donde haya bastante tráfico y… tener decisión para subirnos. ¿Y cuál es actualmente la estación de trenes dónde deben dirigirse los emprendedores?
Según las tendencias de la sociedad y sus hábitos de consumo, hay ciertos campos en los que hay más posibilidades de encontrar oportunidades de negocio hallando nuevos nichos de mercado. Uno de ellos, sin género de dudas, es el terreno de la innovación y las nuevas tecnologías, abanderado por internet y todas las posibilidades que ofrece.
Innovación y nuevas tecnologías
Aprovechando que la innovación y la tecnología están en eterno crecimiento, puede ser un buen momento para abrir negocios utilizando las nuevas tecnologías en el ámbito de internet. Es así porque el mercado online ha pasado a ser un auténtico escaparate de oportunidades para pequeñas y grandes empresas, pequeños y grandes empresarios, que han visto en la red su campo de acción ideal donde vender productos y ofertar servicios más allá de mercados locales o regionales, alcanzando un ámbito global que es casi imprescindible hoy en día.
Su bajo coste (montar un negocio online es barato y accesible para cualquier tipo de persona) y excepcionales posibilidades de crecimiento lo han convertido en la plataforma ideal sobre la que se han impulsado muchos de los grandes empresarios que han surgido recientemente. Y es que la demanda por Internet no deja de superarse año tras año por consumidores de todas las edades. Todo el mundo usa internet para entretenerse, informarse y/o comprar. Y las empresas lo saben.
Democratización de las oportunidades empresariales.
Si al bajo coste de montar una empresa le añadimos la accesibilidad para poder darte a conocer, nos encontramos en un mundo perfecto. Actualmente cualquier empresa, Pyme o autónomo puede competir de tú a tú con los grandes. El uso de medios pagados en digital como puedan ser Google Adwords, Facebook Ads y un largo etcétera propician que tu producto o servicio pueda aparecer en las mismas condiciones que un grande.
Internet da las mismas oportunidades a grandes y pequeñas empresasLos productos que más suelen venderse son aquellos relacionados con belleza, moda o diseño, además de juegos y nuevas tecnologías, al acceder los compradores a buenas ofertas y un amplio catálogo. En este sentido, la creación de tiendas online (por medio de programación, diseño y utilización de programas específicos) es uno de los perfiles más demandados. Si hablamos de consultas, las redes sociales y todo lo que implica imagen (fotografía y vídeo) es lo más demandado por los usuarios en internet.
La creación de nuevas aplicaciones para móviles/tabletas o los desarrolladores de programas y software que hagan la vida más fácil a empresas y clientes en su gestión diaria son nichos en lo que cada vez hay una necesidad más latente, como lo es, sin ir más lejos, la producción de contenidos específicos y adecuados para webs o plataformas online, al objeto de ganar posicionamiento entre los buscadores, ser más visibles y diferenciarse de la competencia. Todos estos y otros servicios semejantes invitan al optimismo de aquellos deseosos por iniciar una nueva aventura empresarial creando su propia empresa y marca.
Internet y las nuevas tecnologías abren todo un abanico de posibilidades, en un mundo global y e interrelacionado como el nuestro. En este gran universo de información, servicios y productos triunfarán aquellos que mejor se adapten a las necesidades cambiantes, es decir, aquellos que sean capaces de hacer de todo, pero sin renunciar a una necesaria especialización. O, siguiendo con la metáfora del tren: que no sólo sean capaces de coger distintos tipos de trenes, sino que dentro de un mismo tren, puedan viajar en primera clase, en turista o, si es necesario, hacerse un hueco en la locomotora.
