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  • Una mayoría apuesta por una rebaja de las cotizaciones sociales y su sustitución por un aumento del peso relativo de los impuestos indirectos en el sistema tributario español.
  • Sobre el impacto en el nivel de endeudamiento de las compañías, la mitad de los expertos encuestados sí cree que la reforma contribuirá a disminuirlo.

Los beneficios de la reforma fiscal se concentrarán en las personas físicas con rentas medias y bajas, pero las modificaciones apenas tendrán consecuencias para las empresas o será neutral. Los expertos fiscales -catedráticos y responsables de fiscalidad de compañías nacionales e internacionales y directivos de asociaciones profesionales- se muestran escépticos sobre los efectos de la reforma en las empresas españolas, según la segunda edición del Consenso Fiscal, elaborado por PwC Tax & Legal Services, a partir de la opinión de un panel de más de 100 especialistas. Sus dudas quedan de manifiesto en la falta de de consenso sobre los efectos de la reforma fiscal en la carga impositiva de las empresas: un 32% cree que disminuirá, otro 32% que permanecerá igual y un 36% que aumentará.

En la misma línea, están las respuestas de los expertos fiscales que creen que la reforma no contribuirá a aumentar la seguridad jurídica del sistema -que para un 76% es baja o muy baja-, uno de los principales reclamos de los expertos fiscales en la primera edición del Consenso Fiscal. Recordemos al respecto que está pendiente el proyecto de reforma de la Ley General Tributaria que debería servir a estos fines.

Los encuestados consideran que se ha perdido una buena oportunidad para acometer algunos cambios necesarios en nuestro sistema fiscal. Por ejemplo, una mayoría del 57% cree que hubiera sido positivo o muy positivo avanzar en una reducción de las cotizaciones a la Seguridad Social a cambio de una subida de impuestos indirectos, tal y como recomienda tanto la OCDE como el propio comité de sabios nombrado por el Gobierno. Precisamente, en relación al debate entre imposición directa e indirecta, el 54% cree que el peso de los impuestos indirectos en nuestro sistema tributario debería ser mayor. En la actualidad la fiscalidad indirecta aporta el 42% de los ingresos tributarios totales y la directa el 56%.

Los expertos fiscales comparten una percepción generalizada de que los sistemas ofrecidos por nuestra normativa para la resolución de conflictos no son eficaces: un 75% cree que dichos sistemas no son efectivos. Por tanto, no es de extrañar que los expertos no esperen una mejora en este aspecto con la entrada en vigor de la reforma fiscal. De hecho, el 69% de los entrevistados espera que se incremente el nivel de conflictividad a lo largo del próximo año.

La valoración de los panelistas sobre la complejidad del sistema tributario no registra grandes cambios respecto del consenso anterior, aunque sí se aprecia un ligero incremento en la preocupación relativa a la coexistencia de varios sistemas tributarios –estatal, autonómico y municipal-: un 83% la califica de perjudicial o de algo perjudicial.

Finalmente, en relación con el impacto de la reforma en el endeudamiento de las empresas la mitad de los encuestados considera que la reforma sí contribuirá a disminuir el apalancamiento de las compañías, frente a un 37% que cree que no tendrá impacto. Esta cifra pone de manifiesto el esfuerzo que se ha hecho en este sentido, ya que ha sido uno de los principales objetivos que ha guiado las modificaciones en materia de Impuesto sobre Sociedades.

Presión fiscal

Al ser preguntados sobre la presión fiscal en España y por su evolución, disminuyen, respecto del Consenso del primer semestre de este mismo año, quienes estiman que el conjunto de la carga impositiva de nuestro ordenamiento fiscal es muy elevada (se pasa del 35% de los encuestados, al 26%); aunque se mantiene prácticamente constante el porcentaje de quienes siguen creyendo que es alta (del 49% se pasa al 50%).

Mayoritariamente se opina que la carga impositiva será más alta el próximo año, aunque son menos los que opinan así ahora que los que lo hacían en el Consenso del primer semestre. Estas mismas opiniones se reflejan también al valorar la carga fiscal actual de las empresas y la del próximo año. En cambio, respecto de las rentas del trabajo, son más ahora los encuestados que consideran que es muy alta la presión fiscal que soportan.